Llegamos a uno de los pocos circuitos históricos y de toda la vida que aguantan en el calendario de la Formula 1. Y como no podía ser menos, es uno de los que caerán del mismo en breve gracias al que todos sabemos. La Formula 1 llega a la pista británica de Silverstone. 5,141 km de pista en torno a un antiguo aeródromo que traen consigo una de las pistas más rápidas, exigentes y complicadas del calendario.
Silverstone se presenta como un escenario ideal para que Brawn GP y su BGP001 se luzcan (aún más). Los rapidísimos tramos de curvas enlazadas como la zona de Becketts, Chapel, Hangar, Farm y Bridge son puntos clave para explotar el potencial de monoplazas con buen motor, muy rápidos, estables y unas reacciones nobles para con el piloto. Si cumple lo requisitos ese monoplaza que por lo general responderá también mejor en puntos tan lentos y críticos como las últimas curvas de Priory, Brooklands, Luffield y Woodcut. Como vemos, los BGP001 cumplen los requisitos además de que juegan en casa.
Volverá a ser un circuito que obliga a buscar el equilibrio en los monoplazas. Más carga aerodinámica harían a un coche demasiado lento en la mayor parte del circuito y sus estiradas más largas como la recta de meta y la primera curva, por las que llegarán a Becketts a poco más de 300 km/h o Hangar. Y un monoplaza demasiado ligero será poco menos que un suplicio para mantenerlo en pista y no manteniendo un ritmo precisamente rápido.
Los Formula 1 darán 60 vueltas con las típicas características del trazado inglés. Tiene un asfalto abrasivo que suele castigar bastante las gomas, pero con la climatología tan variable de la zona, un asfalto demasiado frío y lo que sufren los neumáticos en las tremendas curvas rápidas el oro negro de la competición será decisivo. Y la lluvia también, un factor no precisamente extraño al Norte de las Islas, donde está ubicado el circuito.
Se puede dar con relativa facilidad el blistering. Unas deformaciones que pueden experimentar los neumáticos por un uso demasiado duro y exigente. La aparición de bultos o ampollas lo delata, debido a la excesiva temperatura que alcanza internamente, llegando a afectar muy negativamente a la carcasa. Creo que no hace falta decir qué tal le sienta esto al monoplaza. Seguro que pilotos agresivos como Lewis Hamilton lo han conocido muy de cerca. Como otros circuitos de esta temporada, Silverstone recibirá a los Formula 1 calzando de nuevo slicks, lo que en principio a de reportar en que los veamos más estables y trazando por el sitio que cuando llevaban los estriados.
Una cita complicada. Que el coche sea muy estable y ágil a velocidades cercanas a los 300 km/h, pero que en el tramo de curvas más propio de un circuito de karts, el monoplaza tenga un más que suficiente agarre mecánico, comportamiento noble, aceleración y tracción. El subviraje en la última zona es la orden del día… y el exceso de fogosidad esa zona tampoco lo perdona. Un punto crítico para la clasificatoria y la carrera. El tramo final y lento de Istambul Park es un chiste comparando con el de Silverstone.
El consumo de combustible es alto y junto a lo rápido del trazado la estrategia más lógica es a dos paradas. Poco más de 1:20 invertirán los monoplazas en completar un giro a Silverstone, aunque lejos quedará una vez más el récord de la pista: 1:18.739, en posesión de Michael Schumacher desde el 2004.
Con esta información en la mano, no me extraña que en McLaren (a través de Pedro De la Rosa) estén preocupados. Lewis Hamilton quiere destacar y hacerlo bien ante su afición, pero vienen de Turquía en donde el MP4/24 sigue mostrando que las curvas rápidas no le gustan ni pizca... y Silverstone es otro circuito plagazo de ellas. Lo mismo podría decir de otros como el Renault R29, o los Force India que tampoco andan muy afinados que digamos. Brawn GP a parte, entre Williams, Ferrari y Red Bull estarán las voces cantantes de este GP de Silverstone.
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