No se anda con medias tintas. En una entrevista concedida hace un rato a su amigo Lobato, Fernando Alonso lo ha dejado claro. Para aspirar a algo más que un séptimo puesto, la carrera debe ser un caos con carambolas incluidas. Una carrera loca al estilo GP de Australia que culminó con la cuarta posición del asturiano. Y de momento que se vaya olvidando de las lluvias como aliadas que pronosticaban algunos. El tiempo en Barcelona es bueno, muy bueno.
A pesar del sexto y tercer puesto en las dos primeras tandas de entrenamientos libres de esta mañana, Alonso reconoce que las cosas no han ido nada bien. Un coche inconducible con demasiados problemas, aunque el mal de todos es un consuelo. Los problemas que han sufrido el resto de escuderías igualan las cosas.
La dificultad de todas las escudería es algo que se ha visto reflejado en la tabla de tiempos, donde los de hoy han sido dos segundos más lentos que los de la semana pasada en los entrenamientos privados. La falta de grip, es ese mal que tendrá a los mecánicos de Renault bastante ocupados durante toda la noche.
No hay espacio para el optimismo, es lo que hay. Habrá que espera a la decisiva crono de mañana para ver si el binomio Alonso - Renault regalará un buen resultado a la afición española. Que bien se lo merece por su apoyo constante al español. 45000 personas había hoy y seguro que mañana son muchas más. Un buen resultado del español seguro que les ayudaría a que el viaje de vuelta a casa, mientras están en los atascos de salida de Montmeló, fuese más llevadero.