El sábado amanecía con el suelo mojado por las ligeras lluvias del noroeste. Sin embargo hasta la hora del comienzo de la competición el asfalto ferrolano se secaba para recibir a los coches del Nacional de asfalto en su vuelta de las vacaciones. La prueba gallega se ha mostrado una vez más como una de las más complicadas del calendario, combinando tramos muy exigentes con un asfalto bastante sucio. En estas condiciones Alberto Hevia conseguía volver a la buena senda y llevarse el triunfo.
Con nuevo copiloto, el asturiano se recomponía del ataque inicial de los hermanos Vallejo y tras marcar cinco scratchs seguidos lideraba la prueba ampliamente. Peor suerte corrían los lucenses que veían como un pinchazo en una de las ruedas de su Porsche 911 GT3 en el penúltimo tramo del rally le dejaban sin un más que merecido segundo puesto.
La sorpresa llegaba de mano de José Luis Iglesias. Tras un año apartados de la competición al más alto nivel, él y su copiloto heredaban la segunda plaza de los Vallejo y sumaban la victoria entre los coches del Grupo N. Sin duda la vuelta al Nacional más dulce. También se quedaba con un buen sabor de boca Miguel Fuster. El alicantino no participó la pasada temporada en dicha prueba, pero ha sacado un resultado muy valioso en la lucha por el título Nacional.
En la Copa de España Joan Vinyes se quedaba sin rivales después de la pequeña indisposición del copiloto de su compañero de equipo, Gorka Antxustegui. Victoria en la copa y sexto puesto en la general para el Andorrano. En la EVO Cup el triunfo se lo quedaba Luis VIlariño después de que Jonathan Pérez que aquí estrenaba montura tuviera una salida de pista durante la primera especial del domingo. Marcos Rodríguez ganaba entre los pilotos de la Copa Suzuki por delante de Pablo Pazó.