Todavía persisten las molestias en cuanto a exteriorizar determinadas conversaciones que los pilotos tienen con sus equipos. El reciente duelo entre Fernando Alonso y Sebastian Vettel propició las quejas mutuas acerca de las maniobras efectuadas en la pista. Los encargados de transmitir la carrera decidieron publicar las declaraciones de ambos, al calor de la batalla, lo que ha originado un debate acerca de la pertinencia de tales difusiones.
Alain Prost, cuatro veces campeón de la categoría, explicó a Canal + que el alcance de la radio, en términos de tecnología es asombroso, pero más allá de utilizarse como vía de información entre pilotos y equipos, quedó en evidencia que también puede ser utilizada como medio para presionar y exigir sanciones, una situación que solo compete a los comisarios. Añadió que la estrategia de seleccionar mensajes para causar polémicas, con el deseo de convertir la Fórmula 1 en una "feria", ha acentuado las diferencias entre los fanáticos del automovilismo y el público en general, una de las razones por las cuales la audiencia de la categoría viene en picada.
Antes de la carrera de Silverstone pude probar el Red Bull del 2012. Probé la radio y funciona de forma asombrosa. Pude estar en lo más lejano del circuito y aún así podía conversar sin ningún problema. Es magnífico en términos de tecnología. Pero en la transmisión nos dimos cuenta que más allá de la información, los pilotos también utilizan la radio para presionar. El uso de la radio se ha convertido en algo negativo entonces. Mientras más tiempo transmitan este tipo de mensajes más pena van a causar. Si todos vemos las mismas acciones pero no escuchamos las quejas las carreras serán mucho mejor. Pero cómo decirle a los responsables que sean moderados cuando ellos quieren originar una feria. La deserción de los fanáticos es clara porque estas cosas no son positivas, Pero hay un público en general que disfruta de estas cosas, por eso es que esta Fórmula 1 es poco menos atractiva ahora.
Vía | nextgen auto
