En unas 24 Horas de Daytona que prometían mucho más, al ser la primera carrera del nuevo certamen unificado estadounidense de resistencia, de lo que finalmente ofrecieron, los Corvette Daytona Prototypes arrasaron, con Action Express como su máximo exponente: lograron el triunfo con el #5, pilotado por Joao Barbosa, Christian Fittipaldi y Sébastien Bourdais, así como el tercer puesto con su otro vehículo.
No se puede decir que el rendimiento de los prototipos de la categoría reina fuera especialmente igualado, pues los LMP2 estuvieron desaparecidos en combate (el mejor, Muscle Milk 5º a tres vueltas) y el DeltaWing tuvo que abandonar por problemas mecánicos, dando vía libre para que los Daytona Prototypes, y en especial los Corvette, dominaran. De primeras dominó el coche de la pole, el Corvette de Bob Stallings, pero éste quedó fuera de carrera antes del anochecer tras un espeluznante accidente: Memo Gidley no veía al Ferrari de Risi Competizione pilotado por Matteo Malucelli yendo muy lento por problemas mecánicos y se estampaba contra su trasera, teniendo que ser evacuados ambos pilotos. Gidley se llevó la peor parte, debiendo ser operado en una pierna, un brazo y sufriendo una lesión más en la espalda.
Los Riley con motor Ford de Chip Ganassi y Michael Shank trataron de oponer resistencia, llegando a liderar el número 2 del primer equipo, pero problemas mecánicos diezmaron a la principal competencia de los Corvette, dejando al final la prueba en un duelo entre los Corvette de Action Express, con chasis Coyote y el de Wayne Taylor Racing, de origen Dallara.
Una bandera amarilla a veinte minutos del final dejó al coche de WTR pegado al #5 de Action Express, pero Joao Barbosa se encargó de hacer desaparecer cualquier tipo de posibilidad de cambio de líder en las últimas vueltas, algo que sí se vivió en GTLM y GTD.
En GTLM, el triunfo fue para el Porsche 911 oficial con dorsal 911, pilotado por Nick Tandy, Patrick Pilet y Richard Lietz, quien vio cómo se acercaba en las últimas vueltas el BMW Z4 de Bill Auberlen, Andy Priaulx y Joey Hand, finalmente segundos.
Los españoles tuvieron por lo general una carrera aciaga. El Corvette de Antonio García, metido en la pomada tras tener que salir desde el fondo de la parrilla al sufrir problemas en clasificación, abandonó por la noche por sobrecalentamiento. Isaac Tutumlu tuvo un final cruel, pues su LMPC debió abandonar por un incendio en pista tras haber liderado su categoría. El único que pudo cruzar meta fue Alex Riberas, 34º de la general y 15º en GTD con el Porsche 911 GT America de Alex Job tras sufrir igualmente problemas mecánicos.
Fotos | IMSA