Desde el accidente sufrido a comienzos de 2011, cada vez que veo al polaco cerca de un coche de competición me transmite una sensación de felicidad inmensa. Tras sus grandes actuaciones al volante de un coche de rallyes, Robert Kubica se subía el jueves al Mercedes Benz AMG C-Coupé del DTM en el circuito de Valencia y lo hacía con muy buenas sensaciones.
No se han desvelado los tiempos que logró el ex-piloto de Lotus, pero por lo que se ve en las imágenes, Kubica domó desde el primer momento el coche negro de la marca de la estrella. Ni el asfalto mojado, ni el hecho de montarse por primera vez en un coche de estas características parecieron afectarle lo más mínimo, rodando con aplomo y siempre por la trazada.
La presencia de Robert en el circuito valenciano ensombreció la noticia de la semana, el test de Timo Glock con el BMW M3, y su nuevo contrato para correr junto a ellos las próximas temporadas del Deutsche Tourenwagen Masters. Tal y como podéis ver, la limitación de movimientos en su brazo derecho le sigue impidiendo realizar muchas acciones, hasta la más simple como colocarse una gorra, pero parece que no le impide seguir pilotando.