El ingeniero Russ Bost, radicado en Essex, Inglaterra, construye réplicas de coches de Fórmula 1 homologadas para usarse en carreteras. Bost basa sus creaciones en un chasis de Toyota MR2 sobre el cual diseña las carrocerías, le instala la parte mecánica y eléctrica y hasta es capaz de incluir, debajo de la tapa del motor, un asiento adicional para un pasajero. El propulsor es un ZR1, así que el coche acelera de 0 a 60 millas en 3,5 segundos y eso lo hace tan veloz como un Ferrari 458.
Entre sus diseños para la venta figuran modelos Red Bull y Ferrari. El Red Bull se puede comprar por 28.495 libras totalmente decorado como el monoplaza de Sebastian Vettel. Aunque se vea un poco descabellado no es una broma, Bost tiene una página web donde se puede observar con detalle todo el trabajo que realiza en la cochera de su casa. Así que si desea ir de compras, pasear o simplemente sentirse piloto de Fórmula 1 por un buen rato, tal vez le interese esta opción.
Los detalles se pueden encontrar en la página web www.furorecars.co.uk.
Vía | espnf1