Para Le Mans, 1966 es un año especial donde muchas cosas pasaron. Ante todo, es el primer año tras la última victoria de Ferrari en la mayor carrera de resistencia de la historia. También es la primera edición en la que Ford gana con el fantástico GT40 (para los que más dinero, tengáis, os interesará recordar que podéis comprar este "pedacito" de historia) pero sobre todo es famosa por ser la protagonista de la victoria más ajustada de la historia de la carrera. Tan solo ocho metros separaron a Chris Amon y Bruce McLaren, ganadores, del segundo puesto.
Ford llegó a Le Mans como gran favorita por primera vez. Poco a poco, Ferrari había ido perdiendo el ritmo y el gigante americano había empezado la temporada con una fuerza inesperada. El Ford GT40 Mk.II que tan rápido pero poco fiable era había conseguido ganar la fiabilidad necesaria para ganar carreras y ¡vaya si las estaba ganando! Con el piloto de pruebas de Shelby, Ken Miles, al volante, los Mk.II se habían impuesto tanto en las 24 horas de Daytona como en las 12 horas de Sebring, aunque desafortunadamente el destino le negaría a Miles la "Triple Crown" de resistencia.
Para ello, Ford no escatimó en recursos. Sabiendo que la batalla contra Ferrari era lo más importante que habían hecho nunca a nivel de competición, Ford mandó hasta ocho unidades del Mk.II a Le Mans. Estos ocho coches estaban inscritos por tres equipos: Shelby (tres unidades), Holman & Moody (tres unidades) y Alan Mann Racing (dos unidades). A todo ello había que sumarle cinco unidades del Mk.I que siempre estarían al acecho. Ferrari, por su parte, solo trajo dos Ferrari 330 P3 oficiales, otro más para el NART y un par de 365 P2 para equipos privados.
Puede que Ford tuviera las de ganar pero para conseguirlo, tenían que terminar la carrera en cabeza y ya se sabe que Le Mans es una carrera caprichosa y a veces ocurren cosas inesperadas. De hecho, casi sería mejor decir que el hecho que no ocurriera ninguna sorpresa sería ya una sorpresa en sí mismo. Ferrari se autodestruyó durante el transcurso de la carrera por culpa de incidentes en los que sus coches se vieron involucrados y por problemas técnicos intentando seguir el ritmo de Ford.
Pasados los dos tercios de carrera, ninguno de los Ferrari competitivos seguía en carrera y para Ford, que mantenía aún a cuatro de sus coches con vida, la carrera estaba decidida. Sus máximos rivales eran los cuatro Porsche 906/6L Carrera 6 de Porsche Engineering Systems pero eran mucho más lentos y totalmente incapaces de combatir contra los coches de Ford, que haría historia con la primera victoria de un constructor americano en la mítica carrera.
Tras la última parada en boxes, el coche número 1 de Denny Hulme y Ken Miles lideraba la carrera, seguido de cerca por el número 2 de Chris Amon y Bruce McLaren. El tercer clasificado era el otro Ford, de Ronnie Bucknum y Dick Hutcherson, pero estaba a doce vueltas de los dos líderes. El cuarto Ford restante había abandonado, con lo que los tres coches de la marca que sobrevivían decidieron rodar juntos durante las últimas vueltas, para deleite del público, que vivía el paseo militar de Ford con cierta emoción.
Para Ford, el único error fue no tener en cuenta un pequeño detalle que decidiría la carrera. McLaren, piloto del Ford número 2 en ese momento, dejó un pequeño espacio con respecto a Ken Miles, aunque a decir verdad no fue demasiado ya que nada más cruzar la línea de meta, el coche negro de McLaren estaría por delante a causa de la inercia y superior velocidad que llevaba. Habría que recurrir a la "foto finish" ya que la línea de meta en sí la habían cruzado prácticamente en paralelo.
Eso habría sido lo normal pero la ACO tenía otras ideas. Aunque la clasificación se daba en vueltas, lo que importaba era la distancia recorrida. El Ford número 2 había empezado la carrera desde una posición más retrasada por lo que, al cruzar la línea de meta juntos, ello significaba que al finalizarla, había recorrido unos ocho metros más que el número 1. Aunque dicho así es difícil de comprender, la lógica era que para llegar hasta la línea de meta en el mismo momento, el coche de McLaren y Amon había recorrido ocho metros más... en el mismo tiempo.
De haber dejado más distancia entre los dos coches, la ACO habría reconocido la victoria del número 1 por haber llegado netamente antes y considerarse que por lo tanto en el momento de cruzar la línea de meta el número 2, ellos ya habrían recorrido más de 8 metros más y por lo tanto "mantendrían" el triunfo. Decisión extraña por parte de la organización que resulta difícil de entender para muchos aún hoy en día y que otros atribuyen a la imposibilidad de determinar un ganador en la "foto finish". Como anécdota, decir que hoy en día la carrera sí se decide por vueltas en las 24 horas... así que estamos a salvo de situaciones parecidas!