Cuando Ford reveló que iba a reemplazar a los motores gasolina de acceso por un tricilíndrico de 999 centímetros cúbicos, más de uno pensó que se habían vuelto locos. Hoy día es, en palabras de Ford, el motor gasolina turbo más vendido en el continente europeo.
De enero a julio, la quinta parte de los Ford comercializados en este mercado tenían el 1.0 EcoBoost bajo el capó. Por países, es más popular en Holanda (38%), Dinamarca (35%) y Suiza (32%). En España es una proporción muy similar a Suiza, uno de cada tres, porque el país helvético está de moda.
En la primera mitad de 2014 hablamos de 120.000 coches, un 15% más que en el primer semestre de 2013. Por modelos, 47% en B-MAX, 33% en Focus y 30% en Fiesta a nivel europeo. En Estados Unidos también empieza a tener popularidad, y tened en cuenta los antecedentes de esa nación.
El motor EcoBoost está disponible en dos escalones de potencia, con 100 y 125 CV. Próximamente saldrá una versión más apretada con 140 CV, que veremos en los Fiesta Red Edition y Black Edition. Sus cifras serán 0-100 km/h en 9 segundos, 201 km/h de punta y un consumo --ejem-- homologado de 4,5 l/100 km de gasolina.
A nivel de turbina, agarraos. A plena carga en la variante de 140 CV gira a 248.000 RPM, sí, está bien, más de 4.000 por segundo. La presión asciende a 1,6 bares. Ford aporta el dato de que la turbina gira el doble de rápido que los Fórmula 1 actuales, salvando las evidentes diferencias.
Datos impresionanes sin duda, pero os digo lo mismo que le dije a un colega ayer. Me quedo sin dudarlo con el 1.6 de 100 CV del Fiesta de generación anterior. No hay una diferencia importante en consumo y ese motor era divertido a rabiar, instantáneo y con un sonido más bonito.