En esta comparativa vamos a ver cómo son dos superventas en el segmento compacto, el Ford Focus Coupé y el Peugeot 308 3 puertas. En ambos casos se trata de versiones equivalentes y con el mismo motor, 1.6 TDCi/HDi de 110 CV de potencia. En el caso del Focus, es un restyle, mientras que el Peugeot es un modelo completamente nuevo.
El año pasado analicé la versión 1.6 TDCi de 90 CV y 1.8 TDCi de 115 CV con carrocería de 5 puertas, si queréis ver el contraste, pásate por este enlace. La galería cuenta con 52 fotografías, para que no perdáis detalle.
Exterior
Las dimensiones de ambos coches son muy parecidas, pero el 308 es ligeramente más pequeño a lo largo, ancho y alto. Curiosamente, el Peugeot me pareció más aparatoso para aparcar que el Ford (el 308 tiene menos batalla, el nº de vueltas de volante es igual, 2,9). En ambos modelos, la asistencia al aparcamiento es opcional.
El Focus Coupé es versión Trend, y el 308 es versión Sport. En ambas gamas hay diferencias en las mismas carrocerías entre versiones, en el 308 se acentúan más. El Coupé Trend se identifica con facilidad, pues el Business (básico) es demasiado simplón y el ST llama mucho la atención. El término medio es el Trend.
En cuanto al Peugeot 308, esta versión Sport se discrimina fácilmente por la parrilla deportiva con rejilla de aluminio. Una diferencia palpable entre el Ford y el Peugeot es el tamaño de las llantas de serie, el primero calza 195/65 R15 y el segundo 205/55 R16.
Este matiz explica que con unos desarrollos más cortos, el 308 sea más lento acelerando y desarrolle mayor velocidad punta. Pero claro, hay que destacar que las ruedas de serie del Focus Trend son llantas de acero con tapacubos. La unidad mostrada en las fotos lleva las llantas de aleación de 16 pulgadas, y la medida del neumático es la misma que en el Peugeot.
Interior
Empezaré por el Ford. La gama Focus sufrió una renovación a principios de este año, y considero que los cambios en el interior le han hecho ir hacia delante, mejorando estéticamente (comparemos con la generación anterior). Algunos materiales han ganado en calidad y el ajuste es un poco mejor, aunque hay aún detallitos pequeños por pulir.
El Peugeot 308 es una evolución lógica del 307, con un habitáculo espacioso a consecuencia de su forma más amonovolumenada, que por otra parte lastra la estética según gustos. La calidad y ajuste me parece sensiblemente superior, pero encuentro otros defectos que el Ford no tiene.
Por ejemplo, el puesto de conducción. El Ford tiene una mejor ergonomía y se ajusta mejor a distintos conductores, mientras que el 308 tiene un reposapié en un ángulo extraño y si viajaba cómodo de piernas, el volante y los mandos de la consola central me quedaban ligeramente fuera de alcance.
El Focus tiene otras pegas, como que los asientos no tienen memoria al abatirse (un defecto en este segmento/precio) o que el reposabrazos central no es extensible. Al 308 le faltan compartimentos con suelo de goma, la regulación de la iluminación del tablero se hace metiendo la mano dentro del aro y las bebidas de más de 33 cl se caen “con facilidad”, por citar ejemplos.
En cuanto a habitabilidad, en ambos casos es buena para cuatro adultos de 1,75 metros. En el Ford, las plazas traseras no son adecuadas para más altura, pues rozamos la cabeza con el techo, y en el Peugeot, los reposacabezas no cubren mucho a los altos aunque haya sitio de techo. La plaza central es apta en ambos casos para niños o menudos, en el Ford no ya que carece de reposacabezas de serie y en el Peugeot sí lo hay, pero no sube mucho.
Volvamos a la parte delantera. La consola central del Ford está menos poblada de botones pequeños, aún teniendo el navegador más completo (se ofrecen dos, el básico no muestra mapas), la prefiero a la del Peugeot. Sin embargo, el 308 tiene la pantalla del navegador en una posición más adecuada por razones de seguridad.
Aunque el Ford Focus ha mejorado un poco el tema de la sonoridad, el 308 me pareció un poco más silencioso. A la misma velocidad, el motor del 308 va ligeramente más revolucionado si la caja es de 5 velocidades (ya no se vende el 308 1.6 HDi 110 con este cambio), pero eso es lo de menos, son 200 RPM de diferencia a 120 Km/h.
Pasemos a los maleteros. El francés ofrece 348 litros de capacidad (foto superior), mientras que el americano llega hasta 396 litros (foto inferior). La boca de carga del primero es peor ya que se produce un desnivel entre el borde de la boca y lo que es el piso. Abatiendo los asientos traseros, sigue ganando el americano por unos 50 litros de ventaja.
El Focus no trae la rueda de repuesto de serie, hay que pagarla aparte, mientras que en el Peugeot viene de serie (una galleta). Con la red de sujección pasa lo mismo. Además, hay que tener en cuenta otro detalle, el portón del Focus sube mucho, en aparcamientos de techo bajo hay que tener cuidadín cuidadín.
Esto es todo por hoy, mañana más.