El Ford Focus estrena un lavado de cara para poder competir contra los nuevos Peugeot 308, Opel Astra y Volkswagen Golf. Y es que el Ford Focus, aunque sea uno de los modelos más vendidos del viejo continente (suele estar a menudo entre los 10 más vendidos), tiene que hacer frente a una competencia cada vez más grande en un mercado en el que los SUV lo dominan casi todo y hacen que cada vez haya menos clientes interesados en un compacto.
Unas semanas después del Ford Fiesta, le toca el turno al Ford Focus de recibir su actualización. Ford actualiza su Focus, con un logotipo Ford ahora en una posición destacada en el centro de una calandra ampliada y una imponente pantalla táctil, como elementos más destacables.
Estéticamente, el restyling del Focus aplica la misma receta que la del Fiesta. De hecho, los dos coches han sido rediseñados conjuntamente. Los principales cambios se concentran en el frontal: la calandra es un poco más alta, el logotipo se sitúa ahora en el centro de la parrilla y el capó es más horizontal que antes.
Además, el frontal, de una sola pieza y que incluye la calandra, el parachoques y las branquias laterales, difiere según el nivel de equipamiento (Titanium, ST-Line, Active). Los faros son ahora con tecnología Matrix LED. En la zaga, las pilotos traseros mantienen su diseño, pero con una firma lumínica totalmente nueva.
En la industria del automóvil, como en muchos otros sectores, hay tendencias. Una es la de renovar los logotipos con versiones planas y ya no en relieve, como hicieron Peugeot o Volkswagen. Otra, consiste en lucir en letras la marca o el modelo en el portón del maletero (como ya hacía el Focus antes del restyling). Y otra, más sutil, es la de organizar la gama en diferentes ambientes: sport, lujo, aventurero, etc.
Así, Ford ha conseguido crear diferentes ambientes según el acabado elegido. El ST-Line sigue el espíritu de la versión deportiva ST, la cual se mantiene todavía en la gama. El Active quiere emular a los SUV con un estilo aventurero. Destaca por su parachoques delantero específico, faldones laterales y protecciones de plástico en los pasos de rueda. Algunos acabados pueden disponer del ambiente Vignale, que añade un toque de lujo, con tapicería de cuero incluida.
Una nueva pantalla táctil y un maletero más grande
En el interior, los cambios son mínimos pero visibles. Una nueva pantalla táctil de 13,2 pulgadas se sitúa ahora sobre el salpicadero. Incorpora la última generación del sistema operativo de Ford, el SYNC 4, de uso más intuitivo y con una ergonomía más lograda; ya no es necesario entrar en numerosos submenús para acceder a la función deseada.
Siguiendo la tendencia de apostarlo todo a una pantalla táctil, el sistema agrupa los controles de la climatización, que siguen siendo accesibles a través de accesos directos, independientemente de la pantalla elegida. A cambio, libera a la consola de los botones físicos del aire acondicionado. En cuanto a la versión deportiva ST recibe unos nuevos asientos Ford Performance.
En cuanto al equipamiento, el Focus puede seguir contando con un cuadro de instrumentos digital en pantalla de 12,3 pulgadas. También dispone del control de crucero adaptativo con función Stop&Go, reconocimiento de señales de tráfico. Ford añade la actualización del software a distancia SYNC 4, el Asistente de Intersecciones y la Información Local de Peligros, que avisa de posibles incidencias y cruces conflictivos en la ruta.
En términos de espacio, tanto en las plazas delanteras como traseras, nada cambia. Solo el volumen del maletero se ha visto ligeramente incrementado gracias a la presencia de un doble fondo. La carrocería de cinco plazas cuenta ahora con 358 litros (frente a los 341 litros anteriores) y la carrocería familiar pasa de 575 a 593 litros.
Un nuevo cambio automático de doble embrague
Bajo el capó, el Focus sigue ofreciendo motorizaciones diésel y gasolina (algunas con tecnología microhíbrida MHEV). Los cambios, sin embargo, están en las transmisiones. Se mantienen el cambio manual de seis marchas en las versiones de acceso y el automático de ocho velocidades para los diésel.
En cuanto a los Focus de gasolina pueden ahora equipar una transmisión Powershift de doble embrague y siete relaciones. Con una excepción, el Focus ST 280, que puede equipar una transmisión automática de siete velocidades.
La gama de motores del nuevo Ford Focus queda de la siguiente manera:
Gasolina
- 1.0 EcoBoost 100 (M6)
- 1.0 EcoBoost 100 (M6)
- 1.0 EcoBoost MHEV 125 (M6 o Powershift 7)
- 1.0 EcoBoost MHEV 155 (M6 o Powershift 7)
- 2.3 EcoBoost 280 (M6 o A7)
Diesel
- 1.5 EcoBlue 95 (M6 o A8)
- 1.5 EcoBlue 120 (M6 o A8)
- 2.0 EcoBlue 150 (M6 o A8)
- 2.0 EcoBlue 190 (M6)
Con esta restyling no hay que esperar una revolución. El nuevo Ford Focus no estrena cambios radicales, simplemente se actualiza para seguir las tendencias del mercado y así intentar mantenerse en el top 10 europeo de los compactos. Todavía no se conocen los precios del nuevo Ford Focus y su comercialización está prevista para el primer trimestre de 2022.
En Motorpasión | Probamos el Mercedes-Benz Clase A: mejor comportamiento, interior digital y más sabor premium