Hace unas semanas se confirmó la llegada del Ford Brondo Raptor, pero mientras llega la variante más salvaje del Bronco los de Ford han decidido seguir ampliando la familia con el Ford Bronco DR.
Lo de DR viene por Desert Racer, y precede la llegada de un bicho muy bestia destinado a correr por el desierto en edición limitada y equipado con el todopoderoso motor 5.0 V8 Coyote que utiliza el Ford Mustang.
Ford Bronco DR: offroad radical sin concesiones
Vale, sí, no va a estar al alcance de cualquiera. El Ford Bronco DR es una creación de Ford Performance destinada a seguir consiguiendo batir récords en las carreras offroad. Y es que los del óvalo azul lo han tenido muy claro desde el principio y quieren que el Bronco vuelva a ser aquel 4x4 con genes de carreras.
Pensado para competir en la SCORE Baja 1000 de 2022, el Bronco DR va a ser una edición limitada a tan solo 50 unidades que Ford va a repartir minuciosamente entre solo algunos clientes seleccionados a un precio de 200.000 dólares (algo más de 170.000 euros al cambio). Además es un coche 100% de carreras que no se podrá homologar para circular por carretera.
Este animal del desierto es prácticamente un prototipo de carreras en el que no se ha dejado nada inalterado. Partiendo del chasis de serie Ford Performance ha desarrollado un conjunto con suspensiones alargadas y reforzadas con amortiguadores Multimatic con unos recorridos un 55,1% y 56,8% más amplios delante y detrás respectivamente que en el Bronco Badlands.
Las llantas son beadlock de 17 pulgadas calzadas con enormes neumáticos de 37 pulgadas BFGoodrich Mud-Terrain T/A KM3 sujetas por unos nuevos brazos de control de aluminio. Todo reforzado por una jaula interior antivuelco que además sirve como refuerzo para la estructura.
La carrocería prescinde de todo lo innecesario, recurre a macizos paragolpes de acero y los pasos de rueda se han ensanchado casi hasta el infinito. Los ángulos todoterreno se han modificado con 47º, 37º y 33º para las cotas de ataque, salida y ventral.
Todos los paneles pasan a ser ahora de fibra y las superficies acristaladas simplemente han pasado a mejor vida. No pueden faltar los elementos de iluminación suplementaria y una parte trasera modificada para alojar una rueda de repuesto.
¿Y bajo el capó? Pues en el vano ya no hay un motor V6. Ahora se ha colocado el portentoso bloque 5.0 V8 Coyote con una potencia no especificada por el fabricante pero superior a los 400 CV.
Por supuesto que toda esa potencia se dirige hacia las cuatro ruedas a través de una nueva transmisión de carreras 10R80 con un transfer heredado de la Ford F-150 y diferenciales delanteros y traseros con bloqueo electrónico.
Curiosamente no se ha reforzado el equipo de frenos de serie, conservando los rotores originales sobre los que ahora muerden unas pastillas más resistentes para evitar el sobrecalentamiento.
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