Durante la jornada de ayer, Fiat hizo públicos los resultados de su sistema eco:Drive utilizando la recolección estadística anónima de miles de conductores. Recordemos que eco:Drive es una iniciativa de Fiat para ayudar a los dueños a reducir el consumo del coche sin hacer ninguna inversión adicional y gratis.
Para ello, los dueños de un Fiat 500, Grande Punto y Punto Evo, Croma, Bravo o Fiorino Qubo equipados con Blue&Me tienen que descargar una aplicación en su ordenador (Windows PC). La aplicación guarda información en un “pincho” USB que luego se conecta al coche, instala el programa y a partir de ahí empieza a recolectar datos.
Cuando hay datos suficientes, la aplicación nos explica cómo mejorar nuestros hábitos de conducción con los datos del “pincho”. Tras un período de 150 días, se han analizado los desplazamientos de 5.696 conductores en cinco países entre los cuales está España. Los participantes no sabían que estaban colaborando al estudio anónimo, de modo que son datos totalmente fiables.
La comunidad de eco:Ville y resultados del estudio
Actualmente hay más de 40.000 conductores inscritos en la ciudad virtual de eco:Ville, que ha conseguido un ahorro equivalente de 3.300 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) y miles de euros de ahorro de combustible. No es más que una iniciativa de conducción eficiente pero planteada de forma atractiva.
Fiat constata que el tiempo medio que se hace caso a la aplicación es de 30 días, a partir de ahí el conductor ha conseguido afinar su estilo y consigue pocas mejoras. No depende del coche ni de su potencia, se calcula una puntuación (eco:Index) que representa la cercanía a la conducción ideal, el 100% es inalcanzable en la realidad.
De media, estos 5.000 y pico conductores han ahorrado 80 euros de combustible al año, es decir, han bajado su consumo un 5,84% (6,01% en España). Los más frikis del mínimo consumo, unas 500 personas, tienen una mejora en rendimiento tal que les permite ahorrar 211 euros de combustible al año, más del doble que la media de usuarios.
Fiat cree que si todos los conductores europeos condujésemos con el asesoramiento de una aplicación similar, se lograrían ahorros mastodónticos en energía y en emisiones. En cifras, 37.000 millones de litros de petróleo, 90 millones de toneladas de CO₂ y 50.000 millones de euros. Y esto no es ficción.
Es más, esta gente no solo ha conseguido ahorrar combustible, también han aumentado la velocidad media de sus desplazamientos, logrando por tanto menos tiempo de conducción y desde luego se han reducido los tiempos con el coche parado más de lo que lograría un sistema Stop&Start.
La puntuación ecológica media de estos conductores ha sido de 59,2%. La mejora media, como se ha indicado ya, ha sido del 6%. Entre Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y España, somos los menos eficientes del quinteto en relación a una conducción ideal, pero somos los que más hemos mejorado.
Circunstancialmente somos los que tenemos el combustible más barato. Fiat atribuye las diferencias entre países a cuestiones culturales, puesto que no influye la velocidad de los desplazamientos, ni el cumplimiento de los límites, ni las características técnicas de los vehículos o las vías.
La puntuación se calcula de acuerdo a cuatro criterios: cambios de marcha (31%), aceleración uniforme (29%), desaceleración eficiente (25%) y velocidad media constante (15%). Se tiene en consideración también el tipo de desplazamiento (corto/largo), si estamos parados y cuánto tiempo y la relación velocidad/consumo.
Entre las conclusiones del estudio está que si subiésemos de media en 5 km/h la velocidad del tráfico urbano, se reduciría la contaminación en casi un 9%, más que nada por tener un tráfico más fluido y por lo tanto más eficiente. La media de velocidad del país más lento es España con 30,9 km/h, y el más rápido es Alemania con 34,3 km/h.
El fomento de la conducción eficiente
Hay tres actores principales en la eficiencia: el fabricante del automóvil, el conductor y las autoridades. El sistema eco:Drive está fundamentado en la acción del conductor, porque sin su colaboración los avances técnicos en materia de eficiencia se vuelven menos eficaces.
Por ejemplo, un cambio robotizado de doble embrague puede reducir los consumos, pero cuesta dinero. Hacer conducción eficiente no solo es gratis, ahorra dinero. Todo el que lo ha probado, lo sabe. Hay coches en los que es más o menos acusado, pero en todos es cierto, hasta en un BMW M6 Cabrio o en un Audi R8.
Otra forma de verlo, es que el 10% de los conductores que usaron eco:Drive habrían conseguido neutralizar totalmente el alza de los combustibles en España en 2010, pues redujeron su consumo en un 16%, mientras que la gasolina subió un 14% y el gasóleo 18% (media 16%). Y todo eso viajando más rápido, no más lento.
A nivel personal, considero que otros fabricantes deberían tener una iniciativa como esta. Por ejemplo Honda con su Eco Assist logra también que el conductor se implique en la eficiencia, aunque de otra forma, nadie más puede ver esos resultados. Estas ayudas son bienvenidas porque son gratuitas y logran ahorrar dinero.
Cualquiera puede reducir el consumo bajando la velocidad, pero otra cosa es bajar el consumo o mantenerlo, pero subiendo la velocidad media, eso es conducir de forma eficiente. Fiat nos lo muestra con muñequitos, colores y gráficos, pero no deja de ser eso, conducción eficiente, pero como si fuese un juego.
La eficacia de este sistema está limitada a lo que el conductor colabore, puesto que no se pueden controlar otras variables, como el resto de conductores, el tráfico o las condiciones del viaje. Si tienes un Fiat de los modelos mencionados, pruébalo. Llegará a otros modelos como en Alfa Romeo con el tiempo, y el año que viene han prometido novedades.
¿Algún eco:Driver en la sala? Cuéntanos tu experiencia (puntuación inicial y actual, con qué coche, etc).
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