Fiat Chrysler ha acordado pagar 40 millones de dólares por inflar sus cifras de ventas mensuales durante cuatro años, dando por finalizada una larga investigación iniciada por la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC por sus siglas en inglés).
La compañía con sede en Michigan emitió comunicados de prensa con datos falsos sobre ventas de vehículos nuevos, anunciado una racha de crecimiento ininterrumpido año tras año hasta 2016, cuando esa racha se había roto tres años antes.
Operación "tarro de galletas"
En un comunicado emitido por la SEC, el regulador explica que Fiat Chrysler indujo a error a los inversores sobre la cantidad de vehículos nuevos vendidos cada mes a los clientes del mercado estadounidense, ya que las ventas de vehículos nuevos y la racha de crecimiento fueron indicadores clave de rendimiento que ilustraron la posición competitiva de la compañía.
Esto ocurrió entre 2012 y 2016, periodo durante el cual se emitieron informes mensuales que falseaban el número de ventas ante la opinión pública y la misma SEC.
La orden determina que Fiat Chrysler pagó a los concesionarios para que inflaran estas cifras y se mantuviera una base de datos de ventas reales -con nombres de clientes falsos- pero no declaradas, que los empleados a menudo denominaban "tarro de galletas".
Fiat no ha admitido ni negado los hechos, pero ha acordado pagar una multa de 40 millones de dólares y abandonar cualquier conducta ilícita respecto a información de ventas en el futuro.
En un comunicado remitido por Autonews Europe, el fabricante italoamericano asegura que "ha cooperado plenamente en el proceso para resolver este asunto" y que "la compañía ha revisado y refinado sus políticas y procedimientos y se compromete a mantener controles sólidos con respecto a sus informes de ventas".
Hace unos días un alto cargo de Fiat Chrysler fue detenido por el FBI en Michigan a cuenta del fraude de las emisiones detectadas en miles de coches diésel de Norteamérica.
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