Volvamos al domingo pasado. ¿Qué hacíais a las dos de la madrugada, si es de esas cosas que se pueden contar? El protagonista de nuestra historia de hoy, un señor de 52 primaveras, no tuvo otra ocurrencia que perder el control de su Ferrari 458 Italia en pleno Múnich y buscar la vía del tranvía como si quisiera pasear por ella. ¿Se habría perdido?
Por lo visto, esta es la 704ª (a ver si lo digo bien: septingentésimo cuarta) vez que hay un incidente de tráfico relacionado con el tranvía en el casco antiguo de la ciudad alemana. Casi nada. En este caso, los daños materiales se estiman en unos 200.000 euros que incluyen la puerta del copiloto, que salió volando por los aires. Pero la cosa podría haber sido peor.
Ha trascendido que el mozo conducía con alcohol en sangre y con algo de plomo en el pie derecho, fruto de lo cual el coche salió pitando. El responsable del incidente salió ileso del percance y a su acompañante tuvieron que atenderle por unas contusiones sin importancia. Unos resultados que nada tienen que ver con la somanta’palos bronca que seguramente merece tal comportamiento al volante.
Dolorpasión™ ocurre en domingo. En el caso de Múnich, ocurrió exactamente el domingo pasado, y con uno de los coches más recurrentes en esta sección. Al Ferrari 458 Italia lo hemos visto ya estrenado de la peor forma, sin dientes, vestido del Barça, convertido en descapotable, aplastado por un Ford F-150 y pasado por agua en compañía de unos amigos. ¿Queréis decir que este modelo no está algo gafado?
Vía | GT Spirit
Un saludo para makakolopez y gracias por la pista