Finalmente los híbridos han logrado imponerse. Poco a poco esta tecnología se ha mostrado como una opción muy a tener en cuenta frente a los diésel. Cierto es que hay muchos factores que han jugado en su favor, como el problemas de las emisiones en las grandes ciudades o ciertos problemas con la manipulación de emisiones. Pero no sería justo atribuir todo el mérito a estos sucesos.
Todavía hay usuarios que no confían en poder obtener un ahorro real en consumos, frente a otras alternativas y en parte debemos darles la razón. Los motores híbridos son una opción más respecto al resto del mercado. Hay quien confía ciegamente en los motores de gasolina, mientras otros se decantan por el diésel y cada día más gente, prefiere el híbrido. Todo es cuestión del uso que vayamos a dar al vehículo.
Sin embargo, nosotros hemos querido demostrar que un híbrido ‘medio’, un coche como el Toyota Auris hybrid puede ser realmente un buen aliado si queremos ahorrar en los desplazamientos. Además, también hemos pretendido hacerlo sin que por ello haya que cambiar en exceso la forma de conducir aunque al final, siempre toca adaptarse para sacar el mayor rendimiento a lo que tenemos entre manos; al fin y al cabo, no se conduce igual un deportivo que un sedán, ¿verdad?
Explota al máximo sus modos de conducción
Todos los coches modernos, en mayor o menor medida tiene modos de conducción. Una serie de botones nos permiten elegir entre diversas configuraciones ya predefinidas, que ofrecen diversas ventajas en según qué circunstancias. En cuanto al Toyota Auris Hybrid, tenemos tres modos en total: EV Mode; ECO Mode, PWR Mode. El primero es el modo completamente eléctrico, el segundo el modo de funcionamiento más eficiente, el ‘ecológico’, mientras que el último es el ‘power’, la opción que desecha toda eficiencia en favor de las máximas prestaciones posibles. Pero además, si no seleccionamos ninguno de estos, el coche funciona en, por llamarlo de alguna manera, modo normal.
El EV Mode ciertamente, sirve para desplazamientos muy despacio, como esas veces que buscamos apartamento en la calle o circulamos por el parking de algún supermercado. Es muy sensible al pedal del acelerador y a la velocidad, desconectandose a la mínima presión de más sobre el pedal, así que podemos acelerar nada más salir del parking o para recuperar velocidad y automáticamente se desconecta. Durante los días que hemos tenido el coche, ha sido el modo de funcionamiento menos usado de todos.
Sin embargo, el ECO Mode sí resulta mucho más interesante. Con este modo activado, haciendo una conducción normal, logramos conseguir que se vieran en la instrumentación, consumos de 4,4 litros cada 100 kilómetros. Y no hicimos una conducción muy diferente de una normal, el mayor cambio que necesitamos fue pisar con menos ímpetu el acelerador. Además, este modo es ideal para ciudad pues da prioridad siempre al motor eléctrico y la respuesta al acelerador es mucho menos ‘viva’. Para ir rápido, hay que pisar mucho el pedal y la aguja del econometro sube muy deprisa hacia la zona marcada como ‘Power’ y los consumos se ven afectados.
Muy llamativo fue el uso del PWR Mode. Con este activado, la respuesta al acelerador es mucho más viva, más instantánea y el grupo propulsor siempre va directo a la zona de potencia, sin tener en cuenta nada más. El caso es que marcamos consumos muy próximos con el PWR Mode que con el ECO Mode: 4,8 litros cada 100 kilómetros. Cuando se has acostumbrado a la respuesta del acelerador y al funcionamiento del motor, te das cuenta que no hace falta pisar demasiado para que el coche responda, pudiendo ir muy rápido con la aguja del económetro siempre en la zona ‘Eco’.
El truco está en anticiparse a lo que está por venir
El hecho de conducir un coche híbrido, como todos seguramente sabréis, no conlleva nada especialmente fuera de lo normal. Es, básicamente, un coche automático que de vez en cuando se mueve completamente en silencio y sin gastar combustible. Este es el apartado más interesante y al final, el que más debemos explotar si queremos lograr un ahorro real. De hecho este ha sido lo que ha permitido lograr consumos muy parecidos entre dos modos tan dispares como el ECO y el PWR.
Pero si, hay truco, claro que lo hay. El truco es conducir anticipándose a lo que ocurre en la carretera. Si llevas unos cuantos kilómetros a las espaldas, seguro que eres capaz de adivinar, al menos en parte, qué movimientos pueden hacer los coches que tenemos alrededor. También puedes adaptarte al trazado: si hay repechos aprovechamos la bajada para ganar velocidad, si hay curvas largas en lugar de frenar dejamos ir al coche con su inercia antes de llegar a la curva, miramos lejos hacia delante para intentar mantener una velocidad constante… y apenas cambias tu forma de conducir.
Es más. Probamos a no anticiparnos, a conducir como lo haríamos con cualquier coche ‘normal’ para mantener unos consumos bajos y sin usar modos de conducción: el resultado fueron 5,5 litros cada 100 kilómetros de media. Es justo reconocer que no corrimos con el coche en exceso, siempre bajo unos límites legales, pero también hay que afirmar que rodamos en autopista, carretera convencional y montaña y algo de ciudad. El caso es que si quieres, si te adaptas, puedes lograr buenos consumos sin renunciar a nada.
Poco consumo y buen equipamiento, ¿qué más quieres?
Habrá quien no crea estos datos, pero son totalmente reales. De hecho, en el afán de mantener velocidades constantes se nos fue la mano en la velocidad de paso por curva. Así que además, te puedes llegar a divertir intentando superar las curvas lo más rápido que uno se atreva, frenando lo menos posible e intentando lograr consumos realmente bajos. El problema, si podemos catalogarlo como problema es que apenas hay sensación de velocidad de lo logrado del aislamiento del habitáculo.
La unidad que nos dejó Toyota tenía un precio de 21.450 euros. Es un Auris hybrid Feel! cuyo equipo extra era el sistema de navegación (650 euros) y la pintura Gris Manhattan (500 euros). Si no quieres ambos extras, tienes un Toyota Auris hybrid Feel! Edition por 20.300 euros sin renunciar a cosas como el sistema de arranque sin llave, pilotos LED, faros bi-halógenos o el Toyota Safety Sense con avisador de cambio involuntario de carril, control inteligente de luces de carretera, reconocimiento de señales de tráfico y sistema de seguridad precolisión (regulable en distancia y de funcionamiento muy bueno).