El coche que conocemos hoy en día está cambiando a pasos agigantados con sistemas que interceden en pro de lograr una mayor seguridad al volante, tanto a conductor como a pasajeros. Otros sistemas apuestan por hacer de la conducción una actividad más confortable.
La industria automovilística es una de las pioneras en incorporar los avances más punteros en todos sus aspectos. ¿Te atreverías a acertar el año de cada innovación?
Hablamos de coches con dos motores, en el caso de los híbridos; sistemas de seguridad cada vez más autónomos, caso del control de estabilidad, el asistente de cambio de carril y el control de ayuda al aparcamiento, por citar algunos ejemplos.
Piensa por un momento en el coche que tenía tu padre, seguro que nada o poco tiene que ver con el de ahora. Conducir uno y otro supondría un salto evolutivo en cuanto a cambios generacionales. Y todo ello gracias a la inclusión de estos avances que han contribuido a perfeccionar la manera de conducir.
Gracias a los avances de la electrónica se ha conseguido abaratar el coste de producción de estos dispositivos que nacieron en su día. Además, estos avances han contribuido a mejorar no solo el equipamiento del automóvil sino también la seguridad y el confort.
La informática ha hecho acto de presencia en el campo de la automoción, gestionando la mayoría de las funciones de muchos de estos dispositivos, hasta convertirlos en auténticos ordenadores monitorizados, capaces de autogestionarse y velar por la seguridad tanto del conductor como de los ocupantes.
Muchos de estos elementos han pasado a tal grado de evolución, que han dado paso a sofisticados sistemas que nos asisten en la conducción.
Te toca: ¿jugamos a los años?