El del carburante es un sector complicado e imprevisible. Tantas variantes influyen en el precio del barril que uno, especialmente gente común como tú y como yo, no ve venir aumentos repentinos, crisis y otras situaciones ajenas a nosotros pero que afecta directamente a nuestro bolsillo. La tecnología híbrida nos ha hecho un grato favor en este sentido, dándonos la posibilidad de hacer uso de las baterías del coche evitando las situaciones de mayor consumo.
Tanto si conduces un híbrido (enhorabuena pues) como sino, hoy te queremos dejar algunos consejos y detalles que deberías tener en cuenta la próxima vez que quieras reducir el consumo medio. Existen unas pautas básicas que podemos aplicar en cualquier tipo de vehículo, híbrido, diésel o un deportivo como un Toyota GT86. Además, estando al volante de un coche con tecnología híbrida, se requiere otro tipo de comportamiento si queremos sacar el máximo rendimiento de sus ventajas. Vamos con ello.
En primer lugar, vayamos con los turismos en general. Uno de los puntos que deberíamos cuidar, son los objetos innecesarios que acabamos dejando en el coche como si fuera un almacén, recuerda que tu coche no es una despensa y olvídate del conocido maletero de los horrores donde da miedo asomarse. Asegúrate de que estás utilizando la presión correcta en cada una de las ruedas, una presión inadecuado puede provocar rozamiento innecesario y, por tanto, más gasto en combustible.
Recuerda subir ventanillas y/o cerrar el techo solar cuando conduzcas por encima de 70 km/h. Por la misma razón aerodinámica, desmonta las barras del techo y portabicicletas sino las vas a utilizar por una temporada. Huir de los atascos y planear la mejor ruta te ahorrará unos kilómetros extras dando vueltas hasta que encuentras la salida que mejor te conviene.
Optimizando el consumo en un Híbrido
1. Sé suave con el acelerador
Pisándolo levemente pero de forma continua para mantener el coche en modo eléctrico. Como vimos hace una temporada, un coche híbrido supone un un buen ahorro cuando lo utilizamos en un entorno urbano. El pequeño de ellos, el Yaris, consigue una media de 3,1 litros a los cien,
2. Utiliza el modo ECO
Esto reduce la respuesta del acelerador al pisarlo con firmeza y optimiza el aire acondicionado para un mayor ahorro.
3. Aprovecha los frenos regenerativos
Son un elemento clave para extender la vida del modo eléctrico. Lo que años atrás se escapaba en forma de calor, es energía recogida y convertida en electricidad. No se trata de clavar los frenos a pocos metros de un semáforo en rojo, sino de pisarlo con suavidad y continuidad mucho antes.
4. Utiliza el Control de Velocidad
Cuando la situación lo permita y sea, realmente, una ventaja, haz uso del control de crucero. Es la forma más sencilla de mantener una velocidad constante.
5. Usar el modo recirculación con el climatizador
Tenerlo activado cuando hagas uso del climatizador ahorra energía y conseguirás reducir el consumo.
Por último, tómatelo como un juego. Conducir, especialmente en algunas de las grandes ciudades, es una actividad estresante que puede acabar con nuestra paciencia en cualquier momento. Relájate, escucha tus discos favoritos o disfruta del silencio sin el ruido de los motores, y concéntrate en intentar utilizar al máximo el lado eléctrico de tu coche.