El frío ya está aquí, mostrándose de diferentes formas, desde hielo o nieve a lluvias gélidas, temperaturas extremas y vientos helados. Esta circunstancia modifica nuestro comportamiento, nuestros hábitos e incluso la forma en que nos desplazamos.
Para protegernos del frío, en muchas casas hace muchas semanas que se hizo el tradicional cambio de armario, se guardaban camisetas y pantalones cortos para sustituirlos por abrigos y bufandas. Quizá un planteamiento similar deberíamos tener a la hora de pensar en nuestra seguridad en el vehículo, el escenario –calles y carreteras– cambian, pero ¿conducimos igual?, ¿vamos bien equipados?
Recuerdos de Filomena
Aún se pueden ver algunos de los efectos del temporal de principios de 2021, árboles partidos, desperfectos en algunos tejados, etc. Todos tenemos el recuerdo de que, literalmente, nos quedamos encerrados en nuestras casas y, en muchos casos, el mal tiempo se llegó a prolongar durante más de una semana.
Las rampas de los aparcamientos estaban cubiertas por una capa de hielo, los coches en la calle con medio metro de nieve o más, y las caídas de peatones se sucedían en las aceras. En definitiva, nuestra movilidad se limitó muchísimo y en ciertos momentos se volvió imposible.
Quizá nos sirvió para aprender la importancia de prepararse para este tipo de fenómenos. Pese a que sean más leves que la temida Filomena, también nos pueden poner en jaque en el peor momento.
Moverse seguro, incluso con mal tiempo
Al igual que nos ponemos unas botas o nos abrigamos, debemos tener prevista una seguridad adicional si nos movemos con un vehículo.
En primer lugar, una correcta planificación. En este periodo, conviene saber a dónde vamos, cómo vamos y en qué entorno nos vamos a mover, teniendo en cuenta, claro está, el factor meteorológico.
Una vez que se ha decidido realizar un trayecto en coche, además de tener en cuenta el disponer de todo el margen de combustible posible, es fundamental revisar el estado de nuestros neumáticos. Y aquí hay dos aspectos fundamentales: ¿llevo los correctos? o, al menos, ¿llevo cadenas y estas son adecuadas?
Neumáticos y seguridad activa
Si hablamos de seguridad activa, el primer elemento a tener en cuenta son, sin duda, los neumáticos. Todos los demás sistemas de seguridad necesitan de estos para mostrarse eficientes. Suspensión, frenos o dirección, por mencionar los más conocidos, no mostrarán su eficacia con unas llantas en mal estado. En definitiva, las ruedas son las que “hablan” con la carretera.
No obstante, la carretera cambia, unas veces está seca, otras mojada, otras muy fría o helada y otras veces son una auténtica sartén. Por este motivo, tendría sentido el plantear que el neumático que habla con cada suelo sea el más adecuado en cada momento.
Por debajo de 7 grados, es recomendable llevar neumáticos de invierno
Hay neumáticos para tierra, asfalto, pista..., pero también existen ruedas específicas para cada temperatura. Aunque lo más habitual en España es montar modelos de verano, hay que tener en cuenta la variabilidad del clima de unas regiones a otras. A la hora de decidir escoger un neumático de verano o uno de invierno, la temperatura ambiente marca una importante línea roja, y esa es la de 7 grados centígrados.
Cuando la temperatura baja de los 7 grados, el neumático de verano se comporta cada vez peor. Por debajo de esta cifra se endurece, perdiendo flexibilidad y adherencia. En estas circunstancias, aumentan las distancias de frenado y el vehículo pierde tracción.
Elegir un neumático de invierno
En ciertas regiones o entornos en los cuales la temperatura en un largo periodo del año es muy baja y las condiciones suelen ser adversas, la elección de un neumático de invierno va a mejorar considerablemente la seguridad.
La composición de este neumático permite mantener la flexibilidad a baja temperatura
Lo primero que salta a la vista es su banda de rodadura, con un dibujo mucho más recortado que un neumático de verano. Además, se pueden apreciar que las hendiduras son más profundas, lo que permite una mejor evacuación del agua.
Nos encontraremos dos testigos de desgaste, al habitual de 1,6 hay que sumar el otro de 4 milímetros, que nos marca el límite para su uso en nieve. Además, se pueden apreciar una serie de laminillas en los tacos que mejoran apreciablemente la adherencia.
Con respecto a la nomenclatura, en los flancos es posible leer las siglas “M + S”, “MS” o “M&S”, es decir, aptos para barro y nieve (Mud and Snow). También se puede ver un pictograma que consiste en una montaña de tres picos en la que hay un icono de un copo de nieve en su interior, denominado “3PMSF” (3 Peaks Montain Snow Flake).
Por último, junto al aspecto visual, lo esencial es la composición del neumático, con un mayor contenido en sílice (dióxido de silicio) que le permite mantener su flexibilidad y, por lo tanto, su adherencia a pesar del frío. Este compuesto mejora el agarre en condiciones de humedad y frío, en las cuales otro tipo de rueda se endurecería y perdería sus facultades en este sentido.
Logística: ¿dónde guardo los neumáticos?
El uso de neumáticos de invierno en un país como España requiere que haya que sustituirlos por los de verano cuando comience a desaparecer el frío. Esta primera opción sigue siendo bastante desconocida en nuestro territorio y los conductores españoles no estamos acostumbrados a guardar cuatro ruedas en casa o en el garaje, si disponemos de él.
Muchos talleres ofrecen servicio de “guardería” para neumáticos
Afortunadamente, existen muchos talleres que ofrecen un servicio por el que te guardan los neumáticos, algo que puede brindar dos garantías adicionales. Por una parte, que el neumático se va a guardar en buenas condiciones de conservación y, por otra, que el montaje y desmontaje lo van a realizar profesionales.
Otra alternativa son los llamados neumáticos “all season”. Eso sí, aunque están concebidos para todo tipo de temperaturas, no aportan las mismas prestaciones que un modelo de verano por encima de los 7 grados o uno de invierno por debajo de esta cifra.
En conclusión, el uso de unos neumáticos adecuados, teniendo en cuenta su implicación en la seguridad, es de vital importancia. Así, es conveniente dejarse asesorar por buenos profesionales que conozcan los diferentes tipos existentes y el entorno por el que se va a circular. En España, hay muchas zonas en las cuales representan mucho más que una excelente opción a tener en cuenta.
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