Después de muchos años de espera, 2020 apunta a ser un gran año para el pequeño fabricante Lotus. Los planes de la marca establecen el comienzo de la próxima década como el punto de inflexión para la mejor noticia que podíamos esperar: un Lotus Elise completamente nuevo. Y no es un rumor, es una confirmación expresa del jefe de Lotus, Jean-Marc Gales.
La creación de este nuevo modelo es el broce de oro a la tendencia alcista en las ventas de sus pequeños deportivos, con más pedidos ahora que en los últimos 10 años. Según la prestigiosa publicación Autocar, Gales afirma que el nuevo modelo seguirá siendo tan fiel a los principios de la marca como lo era el primer Elise S1 de 1996, haciendo gala de una ligereza extrema sobre un conjunto montado a lomos de un chasis de aluminio extruido.
Gales también ha querido dejar claro que su chasis, copiado muchas veces pero nunca igualado, en combinación con el tacto de la dirección y el equilibrio entre potencia y agilidad conseguirán el coche más especial y más rápido por un precio muy ajustado.
Desde que Colin Chapman fundó la compañía han estado en guerra constante contra el peso y esta filosofía la van a mantener con cualquier coche que fabriquen. La intención que tienen en Lotus es que el nuevo Elise se quede por debajo de la tonelada.
En cuanto al motor, y dada la provechosa relación que tienen hasta la fecha con Toyota, seguirán confiando en el fabricante japonés para los propulsores de su próximo coche. No deberemos esperar potencias de infarto, pero sí una relación peso/potencia más que interesante.
Aunque la verdad es que se lo han puesto muy complicado a sí mismos, porque el futuro Lotus Elise 2020 tendrá que ser mejor aún que el soberbio Lotus Elise Cup 250. ¿Podrá conseguirlo?