Allá por el mes de marzo el fabricante indio Tata decidió lanzar una nueva submarca deportiva denominada Tamo y presentada en el Salón de Ginebra, con el objetivo de poner solución a la imagen "low-cost" de la compañía y promocionar además el nuevo lenguaje de diseño de la casa. Nacía así un modelo llamado Racemo, que ahora parece no tener ningún futuro.
Y es que Tata, según Autocar India, está embarcado en una estrategia por reducir inversiones en proyectos no fundamentales para la empresa, siendo la submarca Tamo uno de estos proyectos en los que se recortará la inversión. De hecho, aunque el nuevo deportivo estaba previsto para 2018, podría no hacerse realidad nunca.
Tal y como afirma la rama india de Autocar, Tata va a paralizar la división Tamo para reducir precisamente el gasto, y en lugar de producir el Racemo en serie, puede que la compañía fabrique algunas unidades de manera artesanal. Además, la firma india se perderá también el Salón de Ginebra del próximo año, en otro esfuerzo por reducir el gasto.
Racemo: el deportivo de Tata
Si realmente el Racemo de Tamo no llega a convertirse en realidad, será una pena ya que prometía ser un interesante deportivo biplaza con carrocería coupé, una trabaja suspensión independiente de doble triángulo en ambos ejes y un diseño a años luz del resto de modelos Tata.
Lo mejor de todo es que su pequeño motor tricilíndrico de 1.2 litros y turboalimentado estaba dado a alcanzar 190 CV y 210 Nm, y mover exclusivamente el eje trasero a través de una caja de cambios manual robotizada de seis velocidades, con levas en el volante. Una apuesta divertida, desde luego, que no sabemos si llegará a producirse, aunque sea en pequeñas cifras.