Rowan Atkinson, nuestro eterno “Mr.Bean”, además de ser uno de los mayores representantes del cine catastrófico, es un petrolhead y un loco confeso de la competición. Pero también tiene uno de esos garajes capaces de inspirar los sueños más inconfesables de todo amante del motor.
Por su colección han pasado joyas de la talla del McLaren F1, un Aston Martin DB2, un Mercedes-Benz SLS AMG, un Jaguar Mark VII, un Aston Martin V8 Vantage Zagato o un Rolls-Royce Ghost, entre otros.
Hasta ahora, también era el dueño de un preciado miembro de la realeza del mundo de los rallyes: un Lancia Delta Integrale Evo II.
Un ejemplar muy codiciado
El actor ha decidido hacer huego en el garaje, y con a través de los especialistas de ‘Silverstone Auctions’ saca a subasta el próximo 25 de febrero uno de los modelos más míticos del fabricante de automóviles más laureado del Mundial de Rallies, conocido por su dominio del Campeonato del Mundo a finales de la década de 1980 y principios de la de 1990.
Hablamos del Lancia Delta Integrale, que se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1979. A finales de 1991 llegaron los primeros Evoluzione (Evo), que hasta 1992 fueron los últimos coches homologados construidos para el equipo Lancia Rally Team (que competía bajo la marca Martini Racing).
Hay que remontarse hasta junio de 1993 para llegar un desarrollo posterior del HF Integrale, que con el apellido Evo II, que entre otras mejoras, presentaba una versión actualizada del motor turbo de 2.0 l y 16 válvulas bajo el capó que otorgaba 215 CV. Solo se construyeron 4.223 unidades para el mercado mundial.
Junto a otros modelos anteriores de Lancia como el Fulvia, el Stratos y el 037, pronto pasó a formar parte ‘de la realeza de los rallyes’.
El Lancia Delta Integrale Evo II de Atkinson es una unidad precisamente de 1993 que salió directa de fábrica a Japón y en 2011 volvió al Reino Unido. Pese a que en su primer destino se conduce por el lado izquierdo de la carretera (el volante suele estar a la derecha), este precioso ejemplar lleva un volante deportivo MOMO de tres radios situado a la izquierda.
Otras de sus especificaciones son llantas de aleación ligera de 16” y neumáticos 205/45/ZR16, la moldura de techo del mismo color de la carrocería “Lord Blue” o el tapón del combustible y las rejillas acabadas en aluminio.
A juego con el exterior, en el habitáculo predomina la elegancia de la sencillez. Destacan elementos como los asientos Recaro color tostado, tapizados en Alcántara y con costuras diagonales.
Cuando Rowan Atkinson compró esta maravilla en mayo de 2021 el odómetro apenas marcaba 87.000 km, aunque en la actualidad no tiene muchos más, pues se vende con 89.300 km.
Si bien su actual dueño no lo ha exprimido mucho, la documentación que lo acompaña certifica que se ha gastado un buen dinero en mantenerlo en perfecto estado de revista, pues tiene las revisiones y el mantenimiento al día en servicio oficial: este coche está más que preparado para ser disfrutado y conducido como merece.
Convertido en los últimos años en un preciado tesoro para los coleccionistas, un Lancia Delta Integrale Evo II como este, según las estaciones de la casa de subastas, su precio final oscilará entre las 65.000 y las 75.000 libras.
Al cambia actual, estaríamos hablando de entre 74.050 y 85.442 euros, aunque no nos extrañaría nada que se quedasen algo cortas.