A menudo nos encontramos superdeportivos a precios de ganga pero por razones obvias: han sufrido tal impacto que solo quedan en chatarra. En este caso más propio de la Nave del Misterio tenemos un Dodge Challenger SRT Hellcat que una tienda de repuestos de automóviles en el municipio de Columbia (Ohio) llamada Cleveland Power And Performance tiene en su poder. Y usamos el adjetivo misterioso porque llegó a sus manos desde Maryland completamente roto y con solo 30 kilómetros en el odómetro.
Este bonito Dodge azul del 2016 es nada menos que el número 20 que recibe este negocio, pero no es ni de lejos es el que menos kilómetros ha recorrido. El responsable afirma que no tienen ni idea de qué ha podido ocurrir, ya que el cuerpo está hecho polvo pero tanto el compartimento del motor como el interior están intactos.
Si los ojos no nos engañan, los airbags no se activaron, por lo que semejante destrozo en la chapa pudo producirse mientras el contacto no estaba puesto, posiblemente durante el transporte o mientras estaba aparcado. Además, el interior está casi inmaculado y el compartimento del motor parece nuevo, por lo que sus 717 CV aún pueden hacer a alguien feliz.
Algunos usuarios de Facebook han comenzado a especular sobre cómo es posible que haya quedado en tal estado, concluyendo que se trata de uno de los coches afectados por las fuertes tormentas y tornados en Texas. Sin embargo la empresa ha afirmado que se averió el Maryland. Tras quedar inservible, se vende por partes.
Según el especialista, no es el único Dodge que ha pasado por sus manos y que ha tenido una vida demasiado corta; en 2014 y tan solo una hora después de dejar un concesionario, el primer Challenger SRT Hellcat vendido en Colorado sufrió un feo accidente tras una extraña pérdida de control. Otro caso sonado fue el de un trío robado de estas pequeñas bestias en Kansas City, que se reunieron de vuelta con el fabricante tras circular durante 1,6 kilómetros.
La empresa con sede en Columbia ha tenido en sus manos coches con vidas aún más cortas, como un Jeep Grand Cherokee de 2012 que rodó durante menos de 20 kilómetros antes de llegar al final de su vida útil y un Pontiac GTO con solo 17,7 kilómetros recorridos.
Si estás interesado en poseer este azulón muscle car americano, prepárate para una buena sesión de chapa y pintura. Eso sí, antes echa un vistazo a la galería. Demasiados cabos sueltos en la historia.
Vía | Carscoops
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