Qué nuevo Lancia Ypsilon elegir, ¿eléctrico o híbrido? Entre los dos hay más de 10.000 euros de diferencia, pero no es sólo cuestión de precio

Lancia ha regresado a España con uno de sus modelos de referencia: el Lancia Ypsilon. Este superventas en Italia ahora es un utilitario premium y se vende únicamente con mecánicas de etiqueta ECO y CERO: una eléctrica y otra microhíbrida. Además ahora se fabrica en España, en la planta Stellantis Zaragoza (la de Figueruelas de toda la vida).

¿Qué versión es la más interesante de las dos? Como todo, depende: qué uso vas a darle, cuáles son tus preferencias, donde vives o el presupuesto del que dispones. Analizamos ambas variantes al detalle aprovechando que las hemos conducido recientemente.

Un coche urbano cómodo y bastante funcional

El nuevo Lancia Ypsilon en su variante híbrida o eléctrica es idéntico en dimensiones y a nivel estético: la única diferencia entre ambos es que el eléctrico no dispone de escapes y el microhíbrido sí. Sigue por tanto la estrategia de otras marcas de Stellantis de ofrecer el mismo coche con diferente mecánica.

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Su diseño ya la analizamos al detalle cuando lo probamos justo antes de su lanzamiento. Si bien comparte muchos elementos con el Opel Corsa y el Peugeot 208 (se asienta en la misma plataforma y todos se fabrican en Figueruelas), se diferencia por un regusto más premium y de puro estilo italiano.

En lo que respecta a habitabilidad, hablamos de un utilitario bastante canónico de poco más de 4,0 m de largo. En las plazas traseras (más para dos que tres ocupantes como es habitual) tenemos aún así un espacio correcto: un ocupante de 1,64 m no da con las piernas en los respaldos delanteros incluso en su posición más retrasada. Apenas se nota la diferencia de espacio entre el híbrido y el eléctrico pese a que la batalla es ligerísimamente mayor en el cero emisiones.

Poco maletero, pero bastante espacio en el interior. En capacidad del maletero tampoco difieren mucho: es bastante justo en ambos. Aún así caben holgadamente dos maletas de cabina o varias más pequeñas de mano. El Ypsilon como buen utilitario es un coche esencialmente urbano, aunque tiene suficiente margen para viajar si no llevamos demasiado a cuestas.

A cambio el nuevo Lancia Ypisilon dispone de un total de 25 litros en huecos dentro del habitáculo. Los bolsillos de las puertas son bastante espaciosos, la guantera es igualmente grande para un coche de su tamaño, dispone de un hueco antideslizante enorme para móviles en su denominada "mesa de café" (una plataforma bajo el display multimedia) y otro aún más grande debajo de ésta. El baúl central bajo el reposabrazos es estrecho, pero profundo.

El Ypsilon eléctrico es más capaz, potente y mejor al volante

La diferencia esencial entre el Lancia Ypsilon Elettrica y el Lancia Ypsilon Ibrida lo encontramos pues bajo el capó. El Ypsilon híbrido es un mild-hybrid, así que en esencia es un coche térmico. A bajas velocidades (maniobras esencialmente) puede ir en modo eléctrico, pero en general su sistema recurre siempre al motor gasolina, apoyando el eléctrico de 29 CV puntualmente. El Ypsilon Elettrica es 100 % eléctrico.

Horas al volante sin dolor de espalda. Antes de hablar del comportamiento de los Lancia Ypsilon, merece analizar su puesto de conducción, que tampoco difiere entre uno y otro. Los asientos delanteros son comodísimos: acolchados y muy ergonómicos, apenas se carga la espalda tras varias horas al volante. Algo que sea agradece tanto en recorridos urbanos como en viajes.

Además, el puesto de conducción está diseñado con buen criterio y tienes en mandos físicos lo esencial: climatización con teclas, modos de conducción con un selector... Los mandos del volante multifunción también van por botón. No se echa nada de menos a su volante y no abusa de funciones dentro de la pantalla.

Levas o modos de conducción. El Ypsilon Ibrida dispone de un cambio automático, pero mecánico, con doble embrague. Esto le permite tener levas en el volante, con las que podemos cambiar de marcha manualmente, pues no son simuladas.

Por su parte el Elettrica dispone de un cambio automático sin marchas, así que es imposible ese control manual. A cambio esta versión del Lancia Ypsilon incluye modos de conducción que no encontramos en el híbrido: Normal, Sport y ECO. Modifica la respuesta del acelerador y endurece o hace más blanda la dirección, así que se puede jugar con ellos dependiendo de la situación o la conducción que queramos hacer.

56 CV más, se notan. Dinámicamente me ha gustado bastante más el Lancia Ypsilon Elettrica. Además de ser más potente, tiene más par y al ser eléctrico entra al instante, por lo que acelera mejor y más rápido. Es cierto que su velocidad punta es menor (clavados 152 km/h el eléctrico si pisamos a fondo), pero a las velocidades permitidas el cero emisiones responde mucho mejor. Más aún en situaciones comprometidas como los adelantamientos.

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Además, en comparación a otros eléctricos, retiene poco cuando levantamos el pie del acelerador. Esto lo hace muy cómodo en autopista, pues podemos ir a vela al no quedarse frenado. Si bien en ECO o Drive retiene más que en Sport, en general la retención es bastante leve en todos.

Respecto al híbrido, el Ypsilon eléctrico nos parece más equilibrado, con mejor reparto de pesos y hacer dinámico ya no solo en autopista sino también en carreteras más exigentes con muchas curvas. En todo caso ambos cumplen a bien para trayectos largos, pese a que hablamos de coches urbanos. Son bastante polivalentes.

Etiqueta ECO y CERO: sin limitación en las ciudades. Hoy, la etiqueta de la DGT es importante si hablamos de coches urbanos y las dos versiones del Ypsilon tienen los distintivos que no suelen tener restricciones en las ZBE. Una de las más exigentes es Madrid Central, y los ECO y CERO son los únicos vehículos que pueden circular libremente por su interior.

Lo que sí es cierto es que hay ciudades que bonifican más a los etiqueta CERO (eléctricos o híbridos enchufables). Por ejemplo en las zonas de estacionamiento regulado de algunas ciudades no pagan por aparcar y además pueden estacionar sin límite de tiempo. Esto es así en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga o Zaragoza.

En cambio los ECO sí tienen limitación de tiempo y el descuento es del 75 % sobre las tarifas. En cuestión de uso los eléctricos ganan, pero hay que pagar su mayor precio, claro.

Bien equipado desde el más barato

En acabados tampoco hay diferencia entre el Lancia Ypsilon eléctrico y el híbrido: son tres el base Ypsilon, el intermedio XL y el tope de gama de lanzamiento Edizione Limitata Cassina. Su equipamiento por tanto es idéntico en estos acabados, independientemente de su mecánica.

En el acabado Ypsilon encontramos de serie las dos pantallas de 10,25 pulgadas (la de la instrumentación digital y el display multimedia), conexión sin cables para Android Auto y Apple CarPlay o navegador integrado con servicios TomTom. También dispone de faros Full LED delanteros, tapicería en terciopelo, llantas de 16 pulgadas, climatización automática o sensores de aparcamiento traseros.

Equipa los sistemas de asistencia más básicos: control de crucero, asistente inteligente de velocidad ISA (es un poco incomodo y solo se desconecta en el navegando en el display), asistente de mantenimiento de carril, detector de señales de tráfico, frenada automática de emergencia con detector de peatones y alerta de fatiga.

El navegador integrado del Ypsilon es muy completo e incluye avisador de radares, de gasolineras o de incidencias de tráfico

El acabado medio XL es el más racional por equipamiento/precio. Además de arranque sin llave o llantas de 17 pulgadas, suma la carga inalámbrica para móviles, cámara trasera y delantera o sensores de aparcamiento delante y detrás. También añade el control de crucero adaptativo, el detector de ángulo muerto, las luces y limpiaparabrisas automáticos, puertos USB-C para las plazas traseras.

Por su parte el Edizione Limitata Cassina se distingue esencialmente por la iluminación interior avanzada, la entrada también sin llave o el asistente de atascos para el control de crucero adaptativo. Y por contar con un buen abanico de elementos estéticos distintivos en carrocería y habitáculo, siendo más atractivo a la vista y ofreciendo mejor calidad percibida.

El Lancia Ypsilon no incluye muchos extras, pero por ejemplo la tapicería en naranja Ruggine terciopelo es siempre opcional y cuesta 950 euros. Es puta estética, ya que solo se distingue en el color de la de serie. Además, señalar que el kit antipinchazos es siempre un extra que supone 61 euros adicionales.

Ypsilon Elettrica: casi 11.000 euros más caro, incluso incluyendo el MOVES

El Lancia Ypsilon Elettrica es bastante más caro que el híbrido: parte de los 34.500 euros, precio que incluye descuentos y la bonificación de 4.500 euros del MOVES (sin achatarramiento). Lancia lo adelanta como también lo hacen otras marcas de Stellantis.

Por su parte el Ypsilon Ibrida arranca en 23.900 euros, también con la oferta actual aplicada. Es decir que es 10.600 euros más asequible que el eléctrico. La diferencia es considerable.

Si bien puede merecer la pena pagar esos 10.000 euros más por el eléctrico, pues gana en dinámica y tiene evidentes ventajas para circular en las ciudades, siempre dependerá de nuestro presupuesto. Además, exige tener garaje o plaza de aparcamiento para poder instalar un punto de carga, como ocurre con cualquier modelo enchufable.

Un coche eléctrico sale más a cuenta si vamos a hacer recorridos urbanos y menos de carretera, aunque la autonomía de más de 400 km sobra para hacer desplazamientos mixtos. Con el híbrido no tendremos que preocuparnos por la autonomía y además gasta muy poco: homologa 4,5 l/100 km en ciclo combinado. Tampoco no depende de los puntos de carga en ruta: cada vez hay más en España, pero aún no los suficientes.

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Pese a su posicionamiento premium el nuevo Lancia Ypsilon tampoco sube mucho de precio frente a sus hermanos: el Opel Corsa Híbrido, con idéntica mecánica, parte de los 23.450 euros así que apenas hay diferencia entre ambos. Más la hay con el Opel Corsa Electric, que arranca en 32.200 euros, pero tampoco es excesiva.