La tradición en España ha sido la de comprar normalmente coches con transmisión manual, pero poco a poco esa tendencia va cambiando porque cada vez hay más oferta (y demanda) de coches automáticos.
Si estás buscando un coche y te encuentras en el brete de tener que elegir entre una transmisión y otra, ¿qué cosas debes saber para para desequilibrar la balanza hacia uno u otro lado?
Cambio manual
El cambio de marchas manual ha sido la opción elegida en nuestro país durante muchos años, por estar presente en todos los modelos que había en el mercado, quedando, tradicionalmente y casi en exclusiva, la transmisión automática para coches de gran cilindrada y de gama alta. Los coches automáticos han ganado presencia en el mercado pero los manuales siguen copando la mayoría del mercado de segunda mano.
Sus principales ventajas son:
- Son más baratos que los de transmisión automática, no solo el coche en sí, sino también en el mantenimiento y las reparaciones que haya que hacer en ellos. Por poner un ejemplo en el caso de un Seat Arona nueva la diferencia entre manual y automático DSG es de 1.800 euros.
- Un coche manual aporta mayor control del coche a la hora de conducir, no solo al poder elegir en qué momento y a qué revoluciones cambiar de marcha, sino también al elegir por ejemplo cómo se comporta el coche en una rampa o en un adelantamiento. También hay que mencionar ese misticismo que no tiene manejar un coche automático.
- Tienen, normalmente, menor consumo que las transmisiones manuales al tener menos revolucionado el coche sobre todo en marchas largas. En el mismo caso del Arona anterior, el consumo combinado en DSG es de 5,9 litros a los 100 y en cambio manual de 5,3 litros.
Entre sus inconvenientes están:
- Precisan mayor atención, al tener que estar pendiente de cómo está funcionando el motor y el cambio de marchas. Esta atención se arrutina y se convierte en algo prácticamente automático para la mayoría de conductores. En atascos y en el uso en ciudad, puede resultar cansino el cambio de marchas.
- Aunque más baratos, acusan peor un uso incorrecto por parte del conductor, algo que en esos casos los hace más susceptibles a las averías. Además, necesitan un mantenimiento más frecuente
Cambio automático
Los sambenitos que tenía esta transmisión se han ido corrigiendo y la evolución tecnológica hace que el cambio automático acabe siendo mayoritario en un futuro no muy lejano, incluso que algunas marcas lo usen como única opción en un futuro. Existen varios tipos de transmisiones automáticas con diferentes funcionamientos, sus ventajas e inconvenientes..
Entre las principales ventajas de esta transmisión están:
- Tiene una conducción más cómoda y sencilla, no disponer de embrague ni de palanca de cambios hace que el conductor se centre solo en la conducción, sobre todo en escenarios de ciudad o en atasco. En caso de conductores novatos, el aprendizaje con esta transmisión será más rápido y sencillo.
- Algunas tecnologías solo funcionan con este tipo de transmisión. Es el caso de los mild hybrid o algunos sistemas de parada y arranque o frenada de emergencia.
- La tecnología ha evolucionado mucho y son mejores. La experiencia de conducción ha mejorado, el exceso de consumo que tenían este tipo de transmisiones se ha ido corrigiendo y prácticamente todas las marcas ofrecen transmisiones automáticas en sus modelos de coches.
- Las transmisiones automáticas tienen más fiabilidad y suele averiarse menos que las manuales al eliminar el factor humano y funcionar el motor más tiempo en el par correcto.
- En algunos coches hay modo manual o secuencial, de tal forma que se puede manejar el cambio de marchas en el coche, aumentando las sensaciones del conductor al volante.
Sus inconvenientes son:
- Su precio es más caro que las transmisiones manuales, al tener tecnología más compleja. También aumenta el precio de los mantenimientos (aunque son más espaciados) y, aunque menos comunes que en las manuales, el coste de las averías.
- Tienen mayor consumo, aunque han conseguido que se reduzca considerablemente gracias a tecnologías como la DSG.
- Menores sensaciones que en la conducción de un coche con transmisión manual que puede llegar a resultar monótono, pese a que en este aspecto hayan mejorado mucho con la introducción de modo manual o secuencial. Con esta transmisión se puede regular menos el rendimiento del coche y se prescinde de recursos como el freno motor.
- Requieren un tiempo de adaptación al prescindir del embrague y tener que dejar prácticamente inútil la pierna izquierda para evitar frenazos involuntarios y peligrosos.
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