El Škoda Scala, el nuevo compacto de la marca checa que llegaba para redefinir la gama de compactos de la firma perteneciente a Volkswagen, sigue ampliando su familia. A la ya anunciada variante de gas natural, el Scala G-TEC, se suma ahora el acabado de corte deportivo con el conocido apellido Monte Carlo.
Su estreno tendrá lugar en el Salón de Frankfurt 2019, que abre sus puertas el 10 de septiembre, mientras que llegará al mercado en el último trimestre de este 2019, al igual que el mencionado Scala con mecánica de gas natural comprimido (GNC).
El Škoda Scala Monte Carlo se distingue por hacer gala de detalles estéticos exclusivos con la deportividad por bandera, que se materializan tanto en su carrocería como en su habitáculo. Así, el Scala sigue la estela del Škoda Fabia incorporando una versión con esta denominación que rinde homenaje a los éxitos en el mundo de los rallys del fabricante checo haciendo alusión a la cita monegasca del Mundial de Rallys (WRC).
Škoda ha anunciado que el Scala Monte Carlo estará disponible en cualquiera de las opciones mecánicas de la gama del compacto, lo que se traduce en los propulsores gasolina 1.0 TSI de 115 CV y 90 CV y el 1.5 TSI de 150 CV, así como el diésel 1.6 TDI de también 115 CV.
En lo que respecta al precio, habrá que esperar a que se acerque la fecha de comercialización para conocerlo, pero entendemos superará los 19.930 euros de los que actualmente parte el Scala en nuestro mercado en su acabado más básico, el Active.
Mero traje deportivo
En el exterior del Škoda Scala Monte Carlo encontramos acentos distintivos respecto al resto de la gama, que llevan el negro brillante por bandera. Así, esta tonalidad viste la parrilla delantera, las carcasas de los retrovisores exteriores, los umbrales laterales, el difusor de la zaga o el alerón de techo.
De igual manera, las llantas van en una combinación de aleación y negro brillante, con medidas de 17 pulgadas de serie, pero que pueden llegar hasta las 18 pulgadas en opción, y en el labio delantero encontramos dos insertos en idéntico color que lo hacen ganar en deportividad.
Además, la denominación Škoda que se lee en la trasera del Scala también va en negro, y la firma añade dos distintivos con la denominación Monte Carlo tras los pasos de rueda delanteros.
En el habitáculo, por el contrario, los acentos se tiñen en rojo, tonalidad que viste las costuras del volante multifunción deportivo (en cuero perforado) y del pomo del cambio, los marcos de las rejillas de climatización, o la línea que adorna el salpicadero o las puertas.
Los asientos son también de tipo sport, enmarcados en dos líneas en rojo, y este tono está asimismo presente en la iluminación ambiental de la consola central, la zona de los pies, las manetas o los compartimentos de almacenaje de las puertas.
En lo que toca al equipamiento, el Škoda Scala Monte Carlo incorpora de serie techo panorámico, faros delanteros y traseros full-LED, ventanillas tintadas, pedales deportivos en aluminio o alfombrillas específicas. En definitiva, un traje más agresivo para vestir al compacto checo.