La adquisición de Opel por parte del grupo Peugeot-Citroën amenaza con sacudir la industria de la automoción, sobre todo en el viejo continente. En lo que a la movilidad eléctrica respecta, las primeras especulaciones no son muy positivas. Y es que salvo acuerdo entre General Motors y PSA, el Chevrolet Bolt europeo, es decir, el Opel Ampera-e no llegaría a Europa.
Aunque conviene esperar para ver cómo se solventa la cuestión del Opel Ampera-e, lo cierto es que se trata de un asunto complejo, en el que hay que tener en cuenta que ni General Motors no guarda especial cariño al mercado europeo, ni PSA piensa en una apuesta eléctrica férrea hasta 2021. Dicho esto, hoy hemos conocido un posible plan para salvar al Ampera-e, que Opel vendiera solo coches eléctricos.
Lo que sonaría a locura hace tan solo un par de años, parece una estrategia no tan desentonada en la actualidad. De hecho, es algo que el actual consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann, ha venido meditando según la publicación alemana Manager Magazin.
Neumann persigue la supervivencia de Opel, y en ese sentido, durante los últimos meses él y su equipo han trabajado en una estrategia eléctrica como baza para permanecer a flote. Ahora entendemos quizá algo mejor los constantes comunicados del fabricante dando una especial importancia al Opel Ampera-e.
En cualquier caso, lo mencionado no deja de ser una propuesta, y es complicado que la veamos realizada. Dentro de esos planes, según fuentes internas de la compañía, estaría la de mantener dos divisiones, una eléctrica y otra de propulsores térmicos, hasta la extinción de estos, y aprovechar la arquitectura actual del Bolt.
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