Volvo sigue desarrollando su sistema Drive Me, pensado en una llegada prematura de la conducción autónoma en 2017. Por eso, el fabricante trabaja a contrarreloj para perfeccionar los diferentes elementos imprescindibles en esta tecnología.
En el camino por lograr la conducción autónoma es preciso alcanzar en un primer nivel lo que ha venido a llamarse piloto automático, o lo que es lo mismo, permitir que el vehículo se gobierne a sí mismo durante un período de tiempo y espacios limitados, y bajo nuestro control. En ese sentido, Volvo muestra el modo en que podremos gestionar este a través del nuevo interfaz que ha enseñado al mundo y que, como otras prestaciones autónomas, estrenará el Volvo XC90.
Bautizado como IntelliSafe Auto Pilot interfaz, el fabricante ha perseguido un diseño sencillo a la par que intuitivo que permite activar y desactivar el modo autónomo a través de dos levas alojadas en el volante. El sistema nos avisará cuando nos introduzcamos en un tramo donde el piloto automático puede utilizarse, y del mismo modo, nos avisará cuando salgamos de esa zona, invitando al conductor a tomar el control dentro de un tiempo de 60 segundos. De no hacerlo, el propio vehículo buscará un lugar para deternerse de forma segura.
El proyecto de Volvo, con sede en Gotemburgo, pretende como ya os hemos contado que en 2017 la conducción autónoma sea una realidad, y para ello ya ha programado 50 kilómetros específicos en los que los conductores van a poder comenzar a hacer uso del piloto automático.
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