La gran sorpresa política en muchos años no iba a dejar de afectar a la industria del automóvil de forma directa. Y a tenor de las opiniones ecológicas del nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, parece que la movilidad alternativa puede que no vaya a tenerlo tan fácil en los próximos años.
Para empezar, Trump ha declarado en varias ocasiones su desdén por a Agencia de Protección Medioambiental (EPA), y además, ya contemplaba un plan para eliminarla para reestructurarla. Eso significa en parte que las políticas sobre emisiones en el transporte cambiarán, y curiosamente, uno de los primeros fabricantes en temer públicamente ese cambio que vendrá con Trump ha sido el grupo Volkswagen.
No, no es que los alemanes crean que su hoja de ruta con la movilidad eléctrica está en peligro, sino que el miedo viene con respecto al acuerdo alcanzado tras el escándalo derivado de su fraude con las emisiones.
De este modo el CEO de la compañía, Matthias Mueller, ha manifestado sus esperanzas porque el cambio político en EEUU no suponga un endurecimiento de las condiciones para el fabricante, y de paso, pide una resolución definitiva. El gobernador de la Baja Sajonia, Stephan Weil, haciendo valer la inversión de su estado en el fabricante es otra de las muchas voces que han expresado su preocupación por la elección de Trump. Veremos en qué queda el asunto, mientras en el aire queda cuál serán las medidas que afecten al futuro inmediato de la movilidad eléctrica en Estados Unidos.
Vía | Automotive News Europe
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