La interacción entre smartphones y vehículos sigue creciendo, y aunque lo de controlar todo lo relativo al coche desde el teléfono sigue pareciendo lejano, compañías como BMW, GM o Volkswagen tienen claro que la apuesta debe seguir llamando la atención del consumidor por ese camino.
Así lo demuestra la última compañía citada con la presentación del Volkswagen iBeetle, una edición especial del renovado escarabajo que incluirá un dock en el que colocar el iPhone de Apple para acceder de forma automática a funciones específicas del teléfono.
El gran fallo es presentar un sistema limitado cuando Eyes Free ya está en boca de todos, pero eso no resta importancia a la intención de la marca. Lo ofrecido tras las bondades encumbradas en la habitual nota de prensa es tan simple como un conector sobre el parabrisas y una aplicación para el iPhone.
¿Se merecen marca, coche y acuerdo algo más? Pues lo cierto es que en todos los frentes podrían haberse esmerado algo más en el desarrollo de la plataforma, que vía aplicación podrá acceder a redes sociales y Spotify, leer mensajes, realizar fotografías, servir como entrenador para el conductor (con consejos para, por ejemplo, ahorrar combustible y como HUD desde el que extraer diferentes datos de las tripas del vehículo.
El gran pero del iBeetle, más allá de lo mal que va a sentar entre usuarios más afines a otras compañías fabricantes de smartphones, es que además empezará a comercializarse el próximo año, un hueco de tiempo más que suficiente para que veamos cómo este tipo de tecnología se revoluciona hasta quedar obsoleta.
Vía | Carscoops
