Del prototipo eléctrico biplaza conocido como Volkswagen E-Bugster, ya nos contó Volkswagen algunas cosas en enero con motivo del Salón de Detroit. Ahora, aprovechando el Salón de Pekín nos cuenta más detalles y nos muestra más fotografías, esta vez descapotado. La capota dura desmontable se puede retirar, guardarla en el garaje y tener un descapotable.
Así que el E-Bugster es en verdad un Beetle roadster eléctrico (o como prefieren llamarlo los alemanes, un speedster, de ahí su nombre: E (eléctrico), Bug (el apodo norteamericano del escarabajo) y ster (por roadster). El motor eléctrico síncrono de imanes permanentes tiene una potencia de 85 kW, o sea casi 116 CV, y un par motor de 270 Nm (aunque son 82 CV y 160 Nm continuos).
¿A alguién le suenan estos datos? A mí sí. Es el mismo motor eléctrico que el Grupo Volkswagen está montando en muchos modelos y prototipos eléctricos como el Audi A2 concept, el Skoda Octavia Green E-Line o el Volkswagen Golf Blue-e-motion.
Volkswagen E-Bugster: 180 km de autonomía urbana
Acelera de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos. Mide 4,28 m de largo, 1,84 m de ancho y 1,39 m de alto (con la capota puesta es unos 9 cm más bajo que un Beetle convencional). El motor va colocado en posición delantera y pesa 80 kg. El E-Bugster es, lógicamente, tracción delantera también.
Las baterías de iones de litio pesan bastante, unos 315 kg, van colocadas en la parte posterior destrás de los asientos, ligeramente adelantadas del eje trasero y tienen 28,3 kWh de capacidad. Volkswagen asegura que permiten tener una autonomía urbana mínima de 180 km.
El E-Bugster consta de un sistema de recarga combinada por lo que con un único conector, dispuesto oculto detrás de la tapa del depósito de carburante de un Beetle térmico, en el paso de ruedas trasero derecho, admite recarga lenta y recarga rápida (en unos 35 minutos se recarga el 80% de la capacidad de las baterías).
Al levantar el pie del acelerador, y también cuando se pisa el freno, se regenera energía y se recargan algo las baterías. En el cuadro de instrumentos se incluye un indicador de rendimiento, de nivel de carga de la baterías, de autonomía y de nivel de regeneración.
Para mayor diferenciación con un Beetle convencional, además del techo, se rediseñan el parabrisas y el paragolpes delantero, así como los pilotos y paragolpes posteriores, se incorporan luces de marcha diurnas led en forma de C y llantas de aleación de nada menos que 20 pulgadas, con neumáticos de ancho 235.
El interior también se trata de manera diferenciadora, con asientos deportivos con reposacabezas integrados y un túnel central continuo, pintado del color de la carrocería, además de diversos detalles decorativos de aluminio.
Al arrancar el Volkswagen E-Bugster, puesto que no se oye nada, se recurre a un efecto luminoso que parte del salpicadero, se abre una cortina luminosa y una línea de luz de sólo un milímetro de ancho ilumina los reposabrazos de las puertas y el contorno de las salidas de aire, primero en un tono blanco y seguidamente en un tono azul.
Lo que no ha dicho Volkswagen es cuándo podría estar disponible para su comercialización, ni cuánto podría costar. Tengo que reconocer que el nuevo escarabajo es un coche bastante interesante para aquellos que no quieran un coche tan "convencional" como un Golf, gracias a un diseño que no pasa desapercibido.
A mí personalmente, si además de esto se le suma el hecho de ser un roadster y además eléctrico, me atrae sobremanera. Imaginad lo que sería conducir uno de estos en total comunión con el entorno, escuchando hasta el último matiz de la carretera y del viento sobre nuestra cabeza. ¿Quién se pide uno?
En Motorpasión Futuro | Volkswagen da a conocer su E-Bugster en Detroit