Desde el escándalo de las emisiones de Volkswagen y el cambio en la dirección de la compañía, se han venido sucediendo los anuncios que en los que el fabricante dice haber cambiado su estrategia con la movilidad eléctrica, adelantando sus planes para inundar el mercado con modelos enchufables. En concreto, hablan de 30 eléctricos puros e híbrido enchufables comercializados en 2025.
Alimentar de baterías unas ventas que se estiman por entonces en dos, o incluso tres, millones de unidades requiere un esfuerzo industrial único. Así que, siguiendo el razonamiento que Tesla Motors realizaba hace tres años, los alemanes piensan ya en su propia fábrica de baterías, en un proyecto en el que China suena como más probable localización.
A pesar del escepticismo que puede atraer el grupo Volkswagen, el CEO de la compañía, Matthias Mueller, ha señalado que para 2030 un tercio de la producción corresponderá a modelos eléctricos. De ahí la inversión mayúscula que supone una gigafactoría, popular etiqueta destinada a las fábricas de baterías gracias a Tesla, pero que a la vez permitiría rentabilizar la fabricación de coches eléctricos por encima de los márgenes actuales.
Las ventajas de China como sede de la planta de producción nos son familiares. Además de tratarse ya del principal mercado de eléctricos, el apoyo de las autoridades es un punto a favor. A esto podemos añadirle las vicisitudes de las relaciones industriales chinas, que requerirán al fabricante que cierre una alianza con una fabricante local (o que recurra a una ya existente), lo que permitiría a Volkswagen liberarse de parte de la inversión.
A propósito de coches eléctricos y China, llevamos tiempo también hablando de la posibilidad de que Tesla Motors levante una planta de producción en ese país. No obstante, el fabricante negaba el interés mostrado hasta entonces en este proyecto hace poco más de un mes.
Vía | Automotive News Europe
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