Vivax Assist, ocho años fabricando bicicletas eléctricas que no parecen serlo

Posiblemente conozcáis al ciclista suizo Fabian Cancellara. Hace unos años, después de arrasar en dos carreras míticas que transitan por terrenos adoquinados, fue acusado de hacerlo favorecido por un motor eléctrico que asistía a su pedaleo. ¿Cómo es posible si no había ningún indicio externo de motorización y baterías?

El fabricante autriaco Vivax Assist lleva años comercializando una tecnología que podría haber alimentado esa famosa conspiración "del motorcillo" (o así es cómo la bautizaron). Y es que en su sistema la motorización y la batería van ocultos en el tubo vertical del cuadro de la bicicleta, desde la tija hasta un eje pedalier adaptado para la asistencia.

Así lo encontramos en uno de sus últimos modelos, la Vivax Veloce, que encontramos disponible en el mercado por 5.499 euros. Siendo justos, hay que decir que la Veloce consigue ocultar su batería con el añadido de un bidón, a pesar de esto, el conjunto no deja de sorprender, logrando un peso de 9,9 kilogramos ideal para el uso en carretera de la Veloce.

En este caso, monta la última versión de la asistencia al pedaleo oculta, su Vivax Assist 4.0, un cilindro de 22 centímetros que proporciona 200 W. El fabricante no habla de velocidad, sino de rpm. Su uso ideal está en 60 rpm, y la asistencia se detiene en 90 rpm.

Del mismo modo, para la autonomía de sus baterías de iones de litio, no se especifica distancia, sino tiempo: 70 minutos para el pack de 5,50 Ah que añade al conjunto 850 gramos; y 100 minutos para el de 8,25 Ah de 1.250 gramos. En el caso de la Vivax Veloce, el control de la asistencia lo encontramos en el extremo del manillar.

Dentro de su oferta de bicicletas encontramos muchas MTB, pero también modalidades más urbanas de bicicleta eléctrica, pero todas manteniendo ese mismo sistema que os hemos ejemplificado con la Veloce. También es posible adquirir el sistema aparte para el montaje por unos 2.000 euros. Para el que se pueda permitir una tecnología así, diremos que no es sólo un capricho ocultar una aparatosa batería.

Dentro de sus elevados precios, se trata de un sistema que nos hace más fácil seguir pedaleando con "él encima" dado que no supone un incremento en el peso del conjunto tan elevado como la motorización de otros modelos de bicicleta eléctrica. Aún si añadimos la variable de su autonomía más limitada a esta relación, sigue presentándose como una prestación interesante (y cara).

También está esa tentación, para cicloturistas que de nuevo se puedan permitir la broma, de engañar a tu grupeta y convertirte en el nuevo Fabian Cancellera de tu zona.

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