De la mano de los diseñadores de Frog Design nos llega una de esas ideas locas que actualmente somos incapaces de concebir por cuestiones de cultura y costumbrismo, el teleférico como transporte público. Sí, lo cierto es que parece algo surrealista imaginar una ciudad poblada de góndolas, pero esperad a verlo sobre el papel para juzgarlo.
Hablamos de un coste de desarrollo que se movería, según el equipo de Frog Design, entre los tres y los doce millones de dólares por milla de recorrido (entre unos dos y nueve millones de euros por algo más de un kilómetro y medio), bastante inferior a la construcción de una línea de trenes (26 millones y medio de euros) o el metro (302 millones de euros).
Hablan en términos de capacidad de transporte y las cifras sorprenden aún más, y es que el continuo movimiento de las góndolas moverían unas 10.000 personas por hora, el equivalente a 2.000 viajes en coche o 100 viajes en autobús.
También habría que tener en cuenta que estaríamos ante un transporte ecosostenible, ya no sólo a nivel de emisiones, también respecto al impacto medioambiental a la hora de colocar las estructuras. Para que nos entendamos, no es lo mismo limpiar toda una zona verde para colocar una vía de tren que instalar cuatro postes que aguanten la estructura en el aire.
Michael McDaniel, el diseñador que presenta el proyecto en el vídeo que tenéis a continuación, habla también de la facilidad en los accesos y los cambios de línea, que podrían hacerse al mismo nivel sin necesidad de crear las complejas estructuras subterráneas de los servicios de metro, así como la posibilidad de crear servicios que conecten los mayores puntos de interés sin tener que preocuparnos de la estructura de la ciudad o la distancia que haya entre unos puntos y otros.
Por supuesto hay problemas en su ejecución, el primero de ellos superar la percepción de una idea así teniendo en cuenta lo poco acostumbrados que estamos a ver góndolas paseándose por la ciudad, pero también están los problemas presentados por las condiciones atmosféricos, sobre todo con el viento. Sin embargo, el invento me parece lo suficientemente curioso como para que algunas ciudades sin una estructura adecuada de transporte se planteen la posibilidad.
Vídeo | Vimeo
Vía | Autoblog Green