El consejero delegado de Volkswagen, Matthias Mueller, ha insistido recientemente en la nueva estrategia del fabricante con los eléctricos. Aunque hay que destacar que hasta el momento no habíamos oído nada en contra del principal factor de sus últimos quebraderos de cabeza: las motorizaciones diésel. Pues bien, Mueller ha declarado que quizá pronto dejen de estar entre sus planes de futuro.
Este anuncio coincide con la publicación de un estudio de la consultora AlixPartners que apunta durante la próxima década las ventas de diésel se irán reduciendo en Europa hasta suponer tan solo el 9% de la cuota de mercado.
Precisamente, hace una semana os contábamos que en Noruega las ventas sostenidas de eléctricos en los últimos años habían mermado directamente a la de los modelos diésel por encima del 20%. Por lo que cuentan en AlixPartners esta tendencia terminará por contagiarse al resto del continente poco a poco.
Según relatan sus investigaciones, en 2022 el número de fábricas dedicadas a las motorizaciones térmicas disminuirá en 7, con respecto a las 62 que existen en la actualidad. Al mismo tiempo, las plantas dedicadas a los eléctricos alcanzarán las 40, es decir, 14 más que estos días.
Y no solo esto: como consecuencia, entre otros factores, de los objetivos de emisiones, la rentabilidad en la producción de los modelos diésel se reducirá. Apuntan en AlixPartners que levantar una planta de producción dedicada a propulsores eléctricos costará diez veces menos y requerirá mucho menos espacio.
Todo esto deriva en unos augurios muy alentadores para la movilidad eléctrica. Según ellos, así estará el mercado europeo en 2030: un 28% para los híbridos de gasolina, un 25% para los gasolina, 20% para los 100% eléctricos, 19% para los híbridos enchufables y el ya mencionado 9% para las motorizaciones diésel.
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