Cuando hablamos de biocarburantes nos vienen a la mente dos tipos, el bioetanol (como sustituto de la gasolina) y el biodiésel (como sustituto del gasóleo). Ya os hablé sobre ellos tiempo atrás. Sin embargo, para los sustitutos de la gasolina (derivada del petróleo) hay quien prefiere utilizar el término más genérico de gasohol (como mezcla en diferentes propociones de gasolina y un alcohol).
El bioetanol (normalmente E85, o sea una mezcla de 15% gasolina y 85% bioetanol) no deja de ser un tipo de gasohol (gasolina más etanol, o mejor dicho bioetanol, siempre y cuando este alcohol se obtenga de materias vegetales, y no del petróleo). Pero también pueden utilizarse otros alcoholes como metanol, o incluso butanol.
Y resulta que el butanol también se podría obtener de cultivos vegetales (en lugar de obtenerlo a partir de gas butano, que es un gas licuado del petróleo o GLP). Por tanto, si el origen de ese butanol es 100% vegetal podemos hablar de biobutanol. Y por tanto a la mezcla de gasolina y biobutanol la podemos considerar también un biocarburante.
El butanol es un alcohol con una cadena larga de hidrocarbonos (o alcanos), es no polar (no suele separarse al mezclarse o contaminarse con agua), y es muy similar a la gasolina, tiene una densidad energética y un índice de octano muy parecido, además de no ser corrosivo. En principio se puede utilizar en los motores de gasolina sin necesidad de ningún tipo de adaptación.
El biobutanol se puede obtener de la remolacha, de la caña de azúcar, del maíz, del sorgo (una gramínea similar al maíz), del trigo y de la yuca (o mandioca o casava, según el lugar). También se puede obtener de la paja o de las mazorcas de maíz (una vez desgranadas). Se está investigando obtenerlo también a partir de algas.
Según un estudio de la Universidad de Illinois (Estados Unidos de Norteamérica) actualmente hay bastantes dificultades para extender el uso real de los nuevos biocombustibles como el biobutanol, dedibo al marco regulatorio y normativo de los Estados (por ejemplo con los límites que se han impuesto en los porcentajes de mezcla con la gasolina, inferiores a lo que técnicamente se podría).
Los biocarburantes no son la solución mágica que algunos pregonan, y desde luego tienen varios inconvenientes que debemos tener presentes (sobre todo si no somos capaces de cultivarlos de manera responsable, eficiente y sostenible), sin embargo creo que para ciertos usos (como por ejemplo aviación), pueden sernos de utilidad, y por tanto no debemos dejarlos de lado.
Vía | Green Car Congress Fotografía | Rasbak - Wikipedia (CC), Ruurmo - Flickr (CC) En Motorpasión Futuro | Nociones básicas sobre biocarburantes (bioetanol y biodiésel), Biocarburantes VS Electricidad: plantas frente a paneles solares, El "Jumbo" 747 volará con biocombustible por primera vez