Ya lo avanzábamos en verano. Los planes con la infraestructura de suministro de hidrógeno no están yendo tan rápido como se esperaba en California. Esto está arreando problemas para los nuevos conductores de los dos modelos con pila de combustible de hidrógeno que han llegado a este mercado, y sobre todo, para los del Toyota Mirai, que se está vendiendo a razón a de algunas decenas de unidades al mes.
Ese incumplimiento por parte de las autoridades de su promesa de dotar al estado con 50 hidrogeneras en menos de dos años ha provocado que Toyota haga lo mismo que está haciendo en Japón junto a Nissan y a Honda, es decir, invertir de sus propio bolsillo en la infraestructura que mantenga llenos los depósito de hidrógeno de los nuevos conductores.
En este caso, el fabricante se ha planteado hacerlo de forma temporal hasta que las nuevas estaciones de hidrógeno abran en California. El plan ha sido utilizar camiones de la compañía Air Products & Chemicals a modo de hidrogeneras móviles, y posicionarlas en ocho de los concesionarios que distribuyen el Toyota Mirai.
Otro motivo por el que se entiende esta como situación temporal es que los improvisados tráilers solo tienen capacidad para llegar a la mitad el depósito de 35 unidades del Toyota Mirai. Por una parte, en Toyota Estados Unidos se muestran tranquilos y desvelan que muchos clientes han manifestado que pueden esperar a que estén operativas las nuevas estaciones; pero por otra hay que tener en cuenta que se esperan en los próximos meses unas 1.000 unidades más para ese mercado, que pese a ser consideradas pocas, "podrían terminar siendo muchas" para la red de hidrogeneras.
Vía | Bloomberg
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