De momento son especulaciones, pero para no haber nada decidido disponemos de datos concretos sobre la mesa. La gasolina podría encarecerse 4,6 céntimos por litro y 5,3 céntimos por litro en el caso del gasóleo. Céntimo verde es el nombre que se le está dando a este sobreprecio del carburante que se añade a toda la carga impositiva que lleva aparejada.
¿Verde? En principio la idea es financiar con lo que se cobra por el carburante fósil el famoso déficit de tarifa de las compañías eléctricas, la diferencia entre lo que les cuesta el proceso industrial de traernos la electricidad hasta casa y lo que efectivamente nos cobran por hacerlo. Desde 2008, la parte del carburante que pagamos en forma de impuestos ha subido un 18 % en la gasolina y un 20 % en el gasóleo, y ya estamos cerca del punto en que el 50 % del precio se va en impuestos.
¿Qué consecuencias tendrá - si se confirma - este céntimo verde? Desde luego, esta medida no servirá para fomentar el ahorro energético a partir del momento en que los desplazamientos sean los que tienen que ser por fuerza. En cambio, la medida - y todo lo que conlleva - sí que nos da un buen apunte sobre lo que puede ser, por ejemplo, la propia tarifa eléctrica en el futuro, a medida que los vehículos de combustión se sustituyan por otras formas de movilidad que se premiarán con nuevos gravámenes.
Vía | Motorpasión En Motorpasión Futuro | Z-GasoRedux: la búsqueda de la gasolinera más barata