El domingo de la semana pasada hablábamos aquí mismo del penúltimo eslabón en la cadena de transporte, el toro. Al final de ese mismo artículo mencionábamos que en algún momento posterior seguramente sería necesario la utilización de un traspalé. Pues ha llegado ya el momento de hablar de este elemento tan imprescindible hoy en día en el sector del transporte.
Un traspalé, o transpalé, o transpaleta, es un aparato utilizado en almacenes para realizar tareas de traslado de mercancías de unas zonas a otras. Está formado por una horquilla de dos brazos paralelos y horizontales unidos a un cabezal donde se sitúan las ruedas.
La carga suele estar depositada sobre un palé y es posible desplazarla horizontalmente sin esfuerzo gracias a que es elevada del suelo unos pocos centímetros mediante un mecanismo hidráulico.
Vemos, una vez más, que estas tarimas denominadas palés son realmente las que soportan la mercancía por lo que entonces nos tendremos que preguntar ¿Qué fue antes el palé o el traspalé? Para contestar a esta pregunta de nuevo tenemos que hacer referencia al artículo de la semana pasada cuando veíamos la historia de la carretilla elevadora.
¿Qué fue antes el huevo o la gallina?
Desde el momento en el que se empezaron a construir los primeros montacargas, en 1851, ya se empezaron a utilizar plataformas para elevar las cargas, a finales del siglo XIX estas cargas ya se movían sobre plataformas rudimentarias de madera y en 1915 se empezaron a mover las cargas tanto en sentido horizontal como en vertical mediante un mismo elemento de transporte.
En 1920 se produjo la introducción de la energía hidráulica como fuerza de elevación que dió lugar, en 1923, a las primeras construcciones de carretillas elevadoras con horquillas para el desplazamiento de palés. Ahora bien, estos palés no estaban normalizados y generalmente se utilizaban tan solo para desplazamientos internos dentro de la misma empresa.
En 1930 1950, después de la II Guerra Mundial, es cuando se produjo la normalización del palé, para de esa manera poder llevar a cabo intercambios de mercancías entre empresas, ahorrando tiempo y dinero en mano de obra, tan escasa en aquellas épocas debido a las consecuencias de la guerra.
La primera patente presentada sobre un palé data de 1939 y está reconocida a George Raymond, propietario de una de las mayores empresas fabricantes de carretillas elevadoras en los estados Unidos. Por aquella misma época y a él mismo se le atribuye también la primera patente de un traspalé, en el mismo año, pero que empezó a comercializarse un año antes.
Según deducimos de la historia del palé y del traspalé, creo que en este caso, podemos afirmar que el huevo fue antes que la gallina y que esta no surgió hasta después de que un gallo, la carretilla elevadora, se encontrara con un huevo y se planteara crearla a partir de una de sus costillas para tener mayor facilidad de maniobra.
Así cómo la carretilla elevadora siempre fue eléctrica al traspalé le costó muchos años volverse cómodo y electrificarse. Las primeras transpaletas eléctricas datan de finales de los años 40, sin embargo su uso no empezó a generalizarse hasta bien entrados los años 80, cuando los pasillos de los almacenes empezaron a hacerse más pequeños e impedían las maniobras de las carretillas elevadoras.
Un traspalé eléctrico no es nada más que una evolución del traspalé manual, al que se le ha incorporado un motor eléctrico que favorece el desplazamiento de las mercancías y que funciona alimentado por baterías. Existen modelos en los que el conductor puede ir sobre la propia máquina, bien de pié o sentado, favoreciendo el confort del operario.
Los primeros modelos que se fabricaron fueron eléctricos, hoy en día son ya electrónicos lo que hace más sencilla y cómoda su conducción al mismo tiempo que pueden incorporar otras funciones, tal como sistema de pesada incorporada, sistema de lectura de códigos de barras, etc., en cambio, en cuanto a diseño la evolución ha sido prácticamente nula.
Actualmente sería impensable gestionar un almacén sin contar con la facilidad que otorgan los traspalés para mover las cargas de un lado a otro, sin embargo en 1960 las mercancías en los almacenes todavía se movían a base de doblar la espalda y costaba convencer a los empresarios de las ventajas que otorgaban estas máquinas, tan sencillas como baratas.
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