La capital inglesa es una ciudad pionera en luchar contra la contaminación medioambiental generada por el transporte. Londres cobra un peaje de unos 13€ cada vez que alguien quiera entrar con su coche al centro de la ciudad. De esta manera, los conductores se lo piensan dos veces antes de coger el coche para viajes que no son realmente necesarios.
Hasta ahora los automóviles que emitíesen menos de 100 gramos de CO2 por Km estaban exentos de pagar dichas tasas. Además, si el vehículo tenía una mecánica híbrida o eléctrico también se libraba de apoquinar. Pero esto va a cambiar para el año que viene.
El nuevo límite de emisiones será de 75 gramos de CO2 por Km y ahora el hecho de tener un coche híbrido no será motivo suficiente para librarse de pagar si no que además tendrán que cumplir con el límite de emisiones marcado. Con estos nuevos criterios, prácticamente los únicos que se salvan de pasar por caja son los coches eléctricos.
Con la norma antigua había un buen número de utilitarios con pequeños motores diésel que se salvaban de pagar la cuota. Además, si conducías un híbrido enorme de “gran consumo” como el Lexus LS 600h, por ejemplo, también estabas exento de pagar pese a que tu coche emitiese mucho más CO2 que otros vehículos que sí tenían que abonar la tasa.
Esta medida puede ser más justa y equitativa pero prácticamente nadie se salva de pagar salvo que tengas un vehículo eléctrico o híbrido enchufable y es que en la actualidad ningún coche convencional emite menos de 75 gramos. El vehículo no enchufable que más cerca se queda es el Toyota Yaris HSD con 79 gramos de CO2 por Km.
Se hará una excepción que durará dos años con los vehículos que sí que cumplen con la norma actual pero no con la futura. Si no, más de uno que se compró X vehículo pensando en no pagar en los peajes podría llevarse un buen cabreo.
Desde luego, esta política de blindar el centro de Londres de la contaminación es atrevida cuanto menos. Ya se ha hablado en otras ocasiones de prohibir la entrada al centro de las ciudades a los vehículos más contaminantes y cosas por el estilo, pero hasta ahora pocos son los que se han atrevido a llevarlo a la práctica.
Vía | This is Money
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