China continúa con su planteamiento de ser el primer país en instaurar vehículos eléctricos, un proceso caro y laborioso, pero que bien podría convertirse en un arma muy peligrosa para hacer frente al futuro que se nos avecina. Su último movimiento nos llega desde la ciudad de Shenzhen, donde se ha aprobado la sustitución de su flota completa de autobuses y taxis por vehículos eléctricos.
El cambio es enorme, y es que supone renovar una flota de 13.000 taxis y 10.000 autobuses, pero tanto el paso hacia el futuro que dará la ciudad como el impulso de la economía que puede suscitar la llegada de los vehículos eléctricos parecen suficientes razones para que el gobierno de Shenzhen se tire a la piscina.
El proyecto se une además al impulso de vehículos eléctricos para particulares, con el que antes de 2015 planean poner en las calles 150 centros de recarga. Los principales problemas en este último caso, al menos los que se plantean de cara a la galería, es que la empresa encargada de fabricar esos centros de recarga pertenece al gobierno de Shenzhen y los conectores no han sido estandarizados aún, por lo que cada ciudad puede escoger instalar los que mejor les convengan.
Vía | PluginCars En Motorpasión Futuro | Hong Kong se gasta 180 millones en autobuses eléctricos