¿Será la segunda generación la consagración de los eléctricos?

Muy lentamente estamos viendo como nuevos modelos se están incorporando a la oferta de coches impulsados por electricidad que paulatinamente están cambiando la imagen que la mayor parte de los consumidores tiene sobre estos modelos, llamados a revolucionar nuestra movilidad.

Pero como todo elemento tecnológico, la primera generación está lastrada por unos precios muy elevados y unas prestaciones muy justas que no cubren las necesidades de una parte de los potenciales compradores, algo que tiene su explicación en un nivel productivo muy limitado que tiene como resultado unos costes de producción muy altos.

Pero según los fabricantes, esto podría cambiar con la segunda generación de coches eléctricos que según las previsiones llegarán entre los años 2014 y 2015, supondrá la explosión definitiva a nivel comercial para esta tecnología que verá caer los precios y aumentar las capacidades de estos modelos, lo que debería por fin suponer la aceptación por parte de los compradores a nivel masivo.

Opel

Según General Motors, la producción del Opel Ampera debería verse ampliada hasta las 25.000 unidades al año a partir del próximo 2012, llegando a las 120.000 para el 2014, un aumento que permitirá una importante reducción de costes que el vicepresidente de investigación y desarrollo de GM ha cifrado en unos 10.000 dólares por unidad para el 2013, una rebaja inicial que ayudará a amortiguar la desaparición paulatina de las ayudas públicas.

En cuanto a sus prestaciones, no se esperan grandes avances en los próximos años debido en parte a que no es una prioridad acuciante para Opel gracias a sus sistema con extensor de autonomía y según las expectativas de sus diseñadores, el Ampera verá doblar su autonomía en modo eléctrico en los próximos 10 años, algo que no resalta por su ambición.

Por lo tanto dentro de una década podremos adquirir un Opel Ampera con unos 130 kilómetros de autonomía en modo eléctrico, por un precio similar al resto de modelos eléctricos, lo que sin duda supondrá un aliciente para muchos que no confían en las posibilidades de los eléctricos puros, sobre todo en lugares como nuestro país, donde los puntos de recarga son anecdóticos.

Nissan-Renault

El grupo franco-japonés jugará un papel clave en los próximos años por ser uno de los fabricantes que más dinero ha invertido en el desarrollo de la tecnología eléctrica aplicada a la automoción. La evolución de sus modelos será exponencial a la bajada de los precios, unos costes que han supuesto unas cifras bastante elevadas en sus inicios y que han llevado a Renault a lanzar sus modelos con el pack de baterías en alquiler, una medida que no ha gustado a todo el mundo.

En la segunda generación, prevista para dentro de cuatro años, la evolución se estima en torno al 30%, lo que supondrá que para entonces tanto el Leaf como el Fluence y ZOE dispondrán de unos 240 kilómetros de autonomía con cada carga, una cantidad que a pesar de estar muy alejada de los modelos con motor de combustión, será suficiente para muchos.

Y es que con esta segunda generación, no solo los particulares pondrán sus ojos en los eléctricos, si no que con esta mejora, sectores empresariales como el del taxi, comenzarán a mirar de otra manera a los eléctricos, por la buena cifra de autonomía, y también por la previsible reducción de precios. También jugará un papel muy importante el sistema de cambio de batería, que le podrían convertir en el nuevo preferido de este estratégico sector.

Toyota

A nivel tecnológico, de recursos y experiencia, Toyota debería ser el más preparado para liderar las nuevas generaciones de coches híbridos y eléctricos, gracias a que lleva más de una década de ventaja a la competencia, gracias a ser el primero en apostar por la tecnología híbrida a nivel comercial.

Pero una política demasiado conservadora basada en la sobre explotación de fenómeno Prius, ha provocado que los competidores le hayan adelantado por la derecha y arrancando algunas pegatinas en el proceso, algo que ha hecho mella en la imagen de Toyota, tan unida a la eficiencia y la tecnología punta.

El próximo año, con más de un año de diferencia respecto a Nissan, Renault o General Motors, lanzará al mercado la esperada versión enchufable de su híbrido estrella, un modelo que llegará con unas prestaciones bastante modestas muy lejos de modelos como el Volt o el Leaf.

Otros fabricantes

Pero la segunda generación podría suponer también la desaparición de los menos fuertes, una selección natural que puede dejar fuera de juego a pequeños fabricantes como Think, Reva e incluso BYD, que hasta el momento no han logrado apenas vender un puñado de unidades y que han sobrevivido gracias a la limitación y el precio de los actuales modelos.

Algo que terminará con la llegada de la segunda generación que supondrá un salto tecnológico al que estos constructores con recursos muy limitados no podrán alcanzar, lo que desembocará en su inevitable desaparición. Por otro lado, veremos como se comportan incógnitas como Tata, que a pesar de sus grandes recursos parece ir a rebufo de los otros fabricantes y Tesla, que deberá afrontar grandes inversiones para dejar de ser una fábrica de perder dinero y comenzar a cambiar los números rojos por verdes con la llegada de sus nuevos modelos.

Recargas

Otro aspecto que supondrá un impulso para la nueva generación, además de la mejora de prestaciones y precio, será la reducción de los tiempos de recarga, un apartado capital en el que los fabricantes pondrán todo su empeño y donde crecerá una importante industria auxiliar dedicada en exclusiva a la investigación y desarrollo.

No solamente veremos crecer el número de puntos de recarga rápida, que nos permitirán cargar nuestras baterías en el tiempo que nos lleva tomar un café, también se comenzarán a extender los sistemas de recarga por inducción, que nos permitirán realizar la operación sin necesidad de conectar ningún cable, y sin temor a que un vándalo interrumpa el proceso.

Veremos también como funciona el comentado sistema de cambio de baterías, sobre el papel es la panacea de los coches eléctricos, ya que permite recargas en dos minutos, pero que se deberá enfrentar a demasiados retos, como por ejemplo un formato cerrado, que solamente aceptará a modelos dotados de fábrica con el, y lo más importante, que no podremos ser propietarios del pack, estando obligados a atarnos con un contrato de alquiler de nuestra batería mientras usemos el sistema, algo que no es del agrado de mucha gente.

En Motorpasión Futuro | Volt: GM augura una bajada de precio y mejores prestaciones, El calendario eléctrico de Renault, Toyota Prius Plug-in: solo 2,2 l/100 km

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