Tras el avance profético de Elon Musk, CEO de Tesla Motors, que visualizó un futuro en el que la industria automovilística sería abastecida por cientos de megafactorías como la que Tesla está proyectando, ha regresado el eterno interrogante sobre si será posible abastecer a la vez a estas del litio necesario que soporte esta visión.
El de las reservas de litio es un tema del que ya os hemos hablado en otras ocasiones, y que podemos elevar a una cuestión de recursos y energética más general. Esta nos lleva a meditar sobre nuestra condena a ser nómadas energéticos.
Ya que últimamente hemos sacado a relucir la sabiduría de Isaac Asimov para tratar de comprender las tendencias hacia las que se dirige la conducción autónoma, como no podría ser de otra manera, el mismo autor trató este mismo tema en su novela el Fin de la eternidad, en el que al ser humano le es supuestamente resuelta su sed energética a través de una utópica tecnología (bomba de electrones).
¿Qué tiene que ver esto con el coche eléctrico, las reservas de litio y Tesla Motors? El nexo de unión lo encontramos en los riesgos de consumir un recurso por encima de su capacidad de regeneración. Esto os lo explicamos al responderos por qué existe Motorpasión Futuro, en cuanto a la escasez del recurso que mueve en la actualidad el transporte humano, y los augurios de que las alternativas están más cerca de lo que parecen. Javier Costas citaba por entonces a Albert Einstein:
“El mayor problema de la Humanidad es que no entiende la Función Exponencial” – Albert Einstein
Según la agencia estadounidense de estudios geológicos (USGS), la producción mundial de litio se eleva a 37.000 toneladas. Existen unas reservas de 13 millones de toneladas, y se estima que se puedan tener accesos otros 40 millones en recursos. En teoría, a pesar de que Elon Musk proyecte 200 fábricas de baterías, no habría por qué preocuparse por la escasez de este elemento: con 23 millones de toneladas se podrían fabricar al menos 2.000 millones de unidades del Nissan LEAF (en realidad algunas más, si tenemos en cuenta que cada LEAF demanda 4 kg de Litio).
No obstante, la cuestión es más compleja que extrapolar de esta manera producción y reservas. Por un lado, la tecnología para el almacenamiento energético en las baterías evolucionará dosificando estos recursos, del mismo modo que el aumento de la eficiencia retrasa el fin de otras tecnologías. Además, el reciclaje es otra opción que la movilidad eléctrica, al contrario que la térmica, permite.
Por otro lado, es obvio que no es la única vía, ni tiene visos de aplicarse universalmente a la vez. Estos factores inducen cierta confusión entre fabricantes, y mientras, por ejemplo, Tesla lanza su apuesta eléctrica, es sabido, a pesar de que el lejano Oriente cree cada vez más en la tecnología que posibilite alimentar nuestros coches del elemento más abundante en el Universo, jugueteando a fin de cuentas con esa utopía que es el sedentarismo energético.
Además, este tipo de pensamiento global choca inevitablemente con nuestro día a día. Dentro de la movilidad alternativa se agolpan las propuestas atendiendo a otros tantos criterios sociales y económicos.
Siguiendo en términos de Ciencia Ficción, el experimento al que Alfred Bester en Las estrellas, mi destino somete a la humanidad y al transporte resulta paradigmático. ¿Qué ocurriría si Prometeo otorgase el teletransporte al ser humano de la noche a la mañana? Sufriríamos de lo lindo.
En cualquier caso, y de vuelta a la cuestión del litio, existen motivos para entender que podría tratarse de algo más que el nuevo petróleo, como os hemos venido diciendo desde los inicios de Motorpasión Futuro, es una estación de paso que cada vez parece más cómoda y obligatoria. Elon Musk los entiende mejor que nadie, y una cuestión que intriga al mundo entero es qué se esconde en torno a ese religioso liderazgo.
Elon Musk, ¿magnate o superhéroe?
¿Es Elon Musk un gurú que vela por sus propios intereses o hay algo de altruismo global en su espíritu? ¿Formará parte de sus objetivos ahorrar a la humanidad la angustia por la incertidumbre del colapso (sea medioambiental, sea económico) cercano o es una excusa tan útil como pasajera?
No es necesario decir que la historia lo dirá, porque serán los próximos 15 años los que lo cuenten. Por cierto, por cerrar este extraño círculo entre el litio, Musk y la Ciencia Ficción, es sabido que el CEO de Tesla es aficionado a este tipo de lectura y que la inspiración de estos autores para conseguir su ambientación sale en innumerables ocasiones de los libros de historia.
Vía | The Register
Imágenes | Immortal_undead (CC), quinn.anya (CC), psyberartist (CC) en Flickr
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