Si quieres ser feliz compra un coche eléctrico. Sería un buen eslogan comercial, desde luego. Pero lo mejor de todo es que parece haber algo de fundamento detrás de esas palabras. Un estudio británico afirma que un automóvil más silencioso nos ayuda a los conductores a estar de mejor ánimo y a reducir el estrés en los desplazamientos diarios.
Esto no es ningún secreto. De hecho este estudio va en sintonía con otras informaciones de carácter similar como por ejemplo estudios que dicen que los coches eléctricos son los que mayor índice de satisfacción tienen entre sus compradores. O que la persona que compra un automóvil de este tipo suele repetir.
En el estudio dicen que lo que marca la diferencia es el silencio de los motores eléctricos. A este factor yo añadiría la suavidad y refinamiento que tienen los coches movidos por este tipo de propulsores sin tirones ni movimientos bruscos. Es decir, los eléctricos puros, los coches de hidrógeno y en menor medida los híbridos e híbridos enchufables causarán este efecto a las personas que los conducen.
Mi experiencia personal me dice que hay mucho de verdad en este estudio. A diario conduzco un híbrido y os puedo asegurar que es algo que se agradece, sobre todo en tráfico urbano y embotellamientos. Estos coches te tranquilizan, te sedan y te cambian la cara para bien en estas situaciones.
Al final esto es de los que hablamos muchas veces por aquí. Que la compra de un coche eléctrico o híbrido no tiene que justificarse solamente en términos económicos. No depende sólo de saber si vas a ahorrar dinero respecto a un vehículo convencional o no sino que hay una serie de valores añadidos que hacen que este tipo de vehículos sean más deseables que un coche térmico