Londres, como tantas capitales europeas, sufre un problema con las emisiones que las autoridades de la ciudad han venido combatiendo, con más o menos éxito, en los últimos años, especialmente desde la puesta en marcha de su zona de bajas emisiones.
Con todo, los servicios públicos han venido también actualizándose poco a poco, añadiendo autobuses eléctricos, taxis con motorizaciones eléctricas de autonomía extendida, y en este 2017, una policía metropolitana que hará lo propio. Scotland Yard que cuenta con una flota de 4.000 vehículos, va a empezar a renovarla con motorizaciones alternativa jubilando una primera tanda de 250 unidades.
El presupuesto para esta empresa asciende hasta los 21 millones de libras (unos 24 millones de euros) y contempla la renovación de hasta 700 vehículos antes de 2019, con lo que se espera que al año siguiente también se adquieran aún más unidades eléctricas.
De este modo, las pruebas para la elección de vehículos han comenzado ya y han reconocido conversaciones con fabricantes como Ford, Mercedes, Nissan, Renault and Volkswagen. De hecho, Scotland Yard ya ha probado en programas experimentales vehículos como el Toyota Mirai, la scooters a hidrógeno de Suzuki o el BMW i3 con extensor de autonomía.
Según apuntan, no sería de extrañar que apostarán por estos modelos, pese a que al superior precio del Mirai. Y es que la capital londinense cuenta ya con un historial en favor de los modelos a hidrógeno. No en vano el ayuntamiento de Londres fue el primero en hacerse con un Mirai en Reino Unido.
Lo que está más claro es que, salvo sorpresa, Scotland Yard no volverá a comprar un coche con motorización diésel en su historia, según la política que empezó a imperar en 2015.
Vía | Standard
En Motorpasión Futuro | Reino Unido prepara un plan para sacar de sus carreteras a los motores diésel más contaminantes