El sistema de alquiler compartido de bicicletas denominado Velib parce que está funcionando muy bien en la ciudad de París, al igual que lo está haciendo su hermano mayor Autolib, compartiendo coches eléctricos. Si a esto le añadimos que el uso de la moto en la “ciudad de la luz” se ha incrementado en un 34% en los últimos diez años, el siguiente paso lógico sería plantearse Scootlib.
Y efectivamente así ha sido. El Partido Radical de Izquierdas, PRG, cree que Scootlib, pues así es como han decidido denominarlo, podría ser la solución que París necesita para solucionar los problemas de tráfico, ya que alentaría a los conductores a utilizar la opción más barata, la del alquiler compartido de motos eléctricas, en lugar de utilizar sus propios vehículos.
A principios de esta semana el Ayuntamiento de París ha aprobado la propuesta del PRG para estudiar el establecimiento de un servicio de este tipo en la capital utilizando para ello motos eléctricas, para lo cual debe de llevarse a cabo un estudio de viabilidad antes de que acabe la actual legislatura, a mediados del año que viene.
En el caso de que esto se aprobara París no sería la primera ciudad en promover el intercambio de motos eléctricas. Recordemos que hace bien poco en Barcelona ha empezado a funcionar un servicio, que bajo el nombre de Motit comparte la moto eléctrica CORE fabricada por Going Green expresamente para este tipo de servicios, al carecer de carrocería y partes susceptibles de ser dañadas fácilmente.
Sin embargo en Paris existen unos condicionantes que en España no se dan y que pueden hacer que un sistema de este tipo no tenga el éxito deseado. Hasta hace bien poco en Francia no era necesario disponer de una licencia cuando se conducía una moto de una cilindrada inferior a 50 cm3, sin embargo, una nueva ley francesa, aprobada en enero de 2013, requiere que los nuevos conductores tengan que realizar exámenes teóricos y prácticos.
Además en España está permitido conducir una moto de hasta 125 cm3 con el permiso de conducir tipo B (con ciertas limitaciones), mientras que en Francia la ley no lo permite y exige estar en posesión del carné A1. Estos pequeños inconvenientes, que limitan el número de clientes potenciales, deberán ser estudiados y tenidos en cuenta a la hora de intentar implantar un servicio de este tipo, aunque bien podrían plantearse modificar la actual legislación al igual que lo está en España..
Fuente | Parti Radical de Gauche En Motorpasión Futuro | Arranca en Barcelona el moto sharing con la eléctrica CORE como protagonista