Rusia es una de las regiones del mundo más alejadas de la movilidad eléctrica. Apenas circulan varios centenares de coches eléctricos a través de sus vastos 17 millones de kilómetros cuadrados. Una situación a la que el Gobierno del país quiere comenzar a poner remedio a golpe de ley. Van a obligar a que sean las estaciones de servicio las que asuman la infraestructura de recarga para los coches eléctricos.
Después de establecerse así el pasado 27 de agosto, las gasolineras tienen hasta el 1 de noviembre del año que viene para ponerse al día con al menos un punto de recarga. Según datos de 2011, en el país había más de 25.000 estaciones de servicio, con lo que ese será el número de nuevos cargadores que incorporará Rusia a su red pública. Pese a la belleza intrínseca de semejante cifra, el programa parece nacer con un fallo crucial. ¿Lo adivináis?
Muchos cuestionan la eficacia de esta medida porque las autoridades no han especificado qué estándar y tipo de carga será preciso instalar, y suponemos que tratándose de una antipática obligación los propietarios de las gasolineras van a optar por la vía más económicas, es decir, que pronto veremos muchos puntos de recarga en Rusia, pero de recarga lenta. La diferencia en precio puede oscilar en hasta 40.000 euros entre un punto de recarga convencional y uno rápido en Rusia.
Todo esto si no existe una rectificación oficial de las autoridades. Hace tiempo os hablábamos de que cuantos más cargadores rápidos, más se usan los coches eléctricos, es una realidad que hemos ido comprobando según los diferentes mercados han crecido, y esto no parece que vaya a ser una excepción en Rusia. Lo cierto es que la idea de facilitar la recarga en las gasolineras es tan buena como antigua.
Con todo, no esperamos hablar de un repunte de la movilidad eléctrica en Rusia a corto plazo y las condiciones climatológicas del país tampoco son demasiado favorables para esa proliferación (aunque tampoco lo eran para Noruega). Del mismo modo, Tesla Motors no tiene pensado traspasar sus fronteras.
Vía | The Moscow Times
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