Las marcas de mayor prestigio y tradición son por lo general las más reacias a implementar ciertos cambios, quizá por eso Rolls-Royce no se quiere andar con tonterías y la aburguesada marca británica haya decidido correr un tupido velo sobre los híbridos y pasarse directamente a los eléctricos.
La hibridación es sólo una solución a medias, así que Rolls-Royce esperará hasta que la tecnología eléctrica esté madura para dar el salto, según declaraciones de Torsten Müller-Otvös (CEO de Rolls Royce) a Autocar.
"Nuestros clientes no admiten imperfecciones"
"La tecnología eléctrica es el futuro, pero nuestros clientes no tolerarían el compromiso con la hibridación" afirmaba Müller-Otvös. "La electrificación es el único modo de mirar al futuro y para nosotros no hay pasos intermedios. Es la propulsión del futuro sin posibilidad de equivocarse, porque llegará algún momento en el que no habrá motores de combustión de ningún tipo".
Precisamente sobre sus clientes es donde está el mayor condicionante para la aplicación de ciertas tecnologías. "Quienes confían en Rolls-Royce lo hacen porque no quieren imperfecciones, más allá del lujo", dejando claro que para ellos no existe la posibilidad de utilizar tecnologías que no estén totalmente pulidas.
Lo mismo ocurre con la posibilidad de utilizar sistemas de conducción autónoma en sus vehículos. El CEO de la marca afirmaba que pueden ofrecer este tipo de tecnologías en casos puntuales pero que ni mucho menos es una prioridad para la marca, especialmente cuando la gran mayoría de sus clientes tienen conductores que les hacen "el trabajo sucio".