La primera impresión que nos daría a cualquiera en una comparativa entre un vehículo eléctrico, y otro alimentado por gasolina o diésel, es que aquel que se nutre de electrones es menos contaminante. Sin embargo, a la hora de realizar un contraste preciso bajo las mismas condiciones, que nos aporte datos exactos, el tema adquiere cierta complejidad.
Pues bien, Renault, queriendo aprovechar las diferentes versiones del Renault Fluence, realizó un estudio comparativo en 2011 cuyos datos hemos conocido estos días. Precisamente, en Motorpasión Futuro ya contrastamos las características de las versiones mencionadas tomando como punto de partida la eficiencia. Ahora, el estudio de Renault otorga a la versión eléctrica el lugar de vehículo menos contaminante.
Los modelos de los que se desprenden las mediciones son el Fluence 1.5 dCi, Fluence 1.6 16v y la versión eléctrica Renault Fluence Z.E. con motor de 70 kW; y para una distancia preestablecida de 150.000 kilómetros.
Para ello, se han tomado en consideración seis criterios fundamentales: el potencial de agotamiento de recursos abióticos, la energía primaria debida a renovables y no renovables, el potencial de calentamiento global a 100 años (medido por las emisiones de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno o hidrocarburos), el potencial de acidificación, el potencial de eutrofización, y el potencial de creación de ozono de superficie en función de la reacción fotoquímica de las partículas y los oxidos de nitrógeno.
En las estadísticas publicadas por Renault y llevadas a una versión gráfica, observamos que sumadas las diferentes fases de producción, del pozo a la rueda, de uso y reciclaje, el Renault Fluence Z.E. alimentado por energía eléctrica conlleva un impacto medio-ambiental global menor que el sus hermanos de gasolina y diésel. Esto es así en casi todas las categorías mencionadas, excepto en la de potencial de acidificación.
La tabla muestra datos medios de la Unión Europea. Varían según el país considerado a razón del mix energético de generación de electricidad de cada uno, pero aún así las emisiones de CO₂ son menores en el vehículo eléctrico.
Se puede ver también que durante la fabricación del coche se consume más energía y se generan más emisiones en el caso del Fluence eléctrico, pero que a lo largo de los años y de los kilómetros, se compensa por el menor consumo de energía y menores emisiones durante el uso, y finalmente el cómputo global es menor que el del diésel y el gasolina.
Renault menciona en su estudio que ha de tenerse en cuenta la madurez de las tecnologías a la hora de realizar su contraste, vistas las diferencias en el grado de desarrollo entre el motor de combustión y el eléctrico, todavía en su juventud para los responsables de este estudio de Renault.
Vía | Green Car Congress En Motorpasión Futuro | Renault Fluence Z.E., presentación y prueba en Lisboa (parte 1), (parte 2), (parte 3)