Ya hemos hablado en alguna ocasión del papel de los ciclocarriles para estimular la utilización de la bicicleta en el transporte urbano, un recurso no poco valioso para aquellas ciudades que aspiran a mejorar su respiración. En nuestro país nos podemos encontrar con situaciones muy diferentes dependiendo del punto donde nos encontremos, y más o menos motivados para agarrar la bicicleta y usarla como medio de transporte.
Por eso, no podemos evitar mirar con cierta envidia proyecto realizados que nos llegan desde fuera, como es el caso del carril bici que une las ciudades de Sejong y Daejeon en Corea del Sur. Tiene una longitud de 32 kilómetros y se ha integrado en una autovía. Toda esa extensión se ha cubierto de paneles solares, para un aprovechamiento energético que termina de cerrar este círculo de sostenibilidad.
Y no solo eso, la parte más obvia de ese cubrimiento es que protegerá a los ciclistas de las condiciones climatológicas más desfavorables. No es de extrañar, de mismo modo, su integración en una autovía, dada la gran cantidad de kilómetros que estas recorren por el país. Una verdadera proposición para que muchos se lancen a pedalear al trabajo, y más teniendo en cuenta que el proyecto prevé en total 350 kilómetros de carril bici cubierto de paneles solares.
Vía | Clean Technica
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